Silencio, se rueda

Sánchez tiende a creerse el héroe en las películas de acción, pero es probable que el espectador le tenga más como un secundario en una de esas películas de terror donde todos saben quién va a morir, en qué orden, quién es el malo y cómo va a resucitar en el último fotograma para anunciar una secuela.

Sánchez se siente Skywalker contra el Imperio, pero existe el temor a que en verdad no pase de Súperlopez

La imagen con Cristina Narbona, de hace tres días, tuvo lugar en la sala plenaria del Congreso de CC.OO, pero parece uno de esos cines periféricos donde los jóvenes se meten mano y los adultos, como ellos, sueñan con vidas ajenas plagadas de épica, aventuras y bonitas historias de amor.

Sánchez ya está en la tercera parte, y si el aforismo asegura que ya las segundas no son buenas, no cabe esperar demasiado de otra entrega forzada de tan particular súperheroe.

Ppor ir de Skywalker contra Susana Díaz y el Imperio del Mal tal vez acabe en Súperlopez, nuestra particular versión en Bruguera de los personajes de Marvel.

Que le quiten mientras lo 'bailao', especialmente si a su vera todos vemos a Narbona pero él, con seguridad, sólo verá a su Meryl Streep.

Todo de cine, aunque cueste ubicar el género y lo mismo al final estemos, sin más, ante otra españolada.