Sanidad ‘ficha’ a Valentín Fuster para su ‘consejo de sabios’

Es una autoridad mundial en medicina y un decidido impulsor del desarrollo en el campo de la ciencia y de la investigación. Es, asimismo, el único cardiólogo que ha recibido el reconocimiento de las asociaciones de cardiología más importantes del mundo, aparte de uno de los más cualificados embajadores de la imagen de España en los Estados Unidos. Y a partir de ahora empezará a ejercer aún más profeta en su tierra, pues además de ser uno nuestros más distinguidos divulgadores, se convertirá en asesor en materia de salud pública. Porque el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha nombrado al prestigioso Valentín Fuster (Barcelona, 1943), director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), como nuevo presidente del Consejo Asesor de Sanidad.

El Boletín Oficial del Estado ha publicado ya la orden ministerial que hace efectivo dicho nombramiento para un cargo que actualmente estaba vacante, desde que el anterior presidente Joán Rodés, impulsor del Plan Estratégico Nacional de la Hepatitis C, falleciera el pasado mes de enero.

Dicho órgano está formado por 35 expertos del ámbito sanitario (médicos, científicos, enfermeros, economistas, etc.) que colaboran con el Ministerio en la toma de decisiones en esta materia, aportando estudios, informes y propuestas desde las perspectivas científica, ética, económica y social.

El nuevo presidente aportará unos conocimientos y una experiencia únicas. Hijo y nieto de médicos, realizó sus primeros estudios en los jesuitas de su ciudad natal, y de allí pasó a la Universidad para cursar la carrera de Medicina, en donde se licenció y obtuvo el doctorado en 1967. Después de pasar dos años como interno en el Hospital Clínico de Barcelona, fue pensionado por la Fundación Juan March para marchar a Escocia a ampliar su formación. Posteriormente decidió dar el salto a los Estados Unidos.

Fuster, en una hipotética selección nacional de la ciencia, según un montaje de la revista 'Quo'

En América trabajó en la clínica Mayo de Rochester por espacio de diez años, y en 1982 se convirtió en profesor en el célebre Mount Sinai Hospital de Nueva York. También realizó labores docentes en la Escuela Médica Harvard de Boston, en la que fue catedrático entre 1991 y 1994. Por esas mismas fechas estuvo a cargo de la dirección del Instituto de Cardiología del hospital Monte Sinaí.

El corazón, muy a fondo

Su labor investigadora se ha centrado en las enfermedades coronarias y en las anomalías en el funcionamiento del corazón. En este sentido, ha publicado cerca de medio millar de artículos sobre afecciones de la arteria coronaria, arterioesclerosis y trombosis, además de varios libros.

Las investigaciones de Fuster han sido cruciales para prevenir las enfermedades cardiovasculares

Las conclusiones de sus investigaciones han resultados cruciales para conocer cómo se produce y cómo funciona la placa arteosclerótica en la pared de los vasos sanguíneos, lo que ha permitido disminuir el riesgo de enfermedades coronarias.

En 1996 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, tras cuatro candidaturas anteriores. Es docto Honoris Causa por varias universidades a nivel internacional y en 2006 se convirtió en presidente de la Asociación Mundial de Cardiología.

Recientemente, ha sido elegido científico distinguido de la Asociación Estadounidense del Corazón, un honor concedido solamente a 15 científicos por su trabajo en investigación cardiovascular. Y a partir de ahora su sabiduría también estará al servicio de la sanidad española.