Villar, el perfil de un avaro
Un retrato psicológico de Villar refleja las característica del avaro: el ansia por acumular recursos y ciertas frustraciones trazan el perfil del ahora detenido presidente de la Federación.
La pasión que constituye el fútbol en la vida de muchos ahora se ha teñido de corrupción y avaricia. Detenido el Presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar y su hijo Gorka dentro de una investigación sobre la corrupción.
Por supuesto, el avaro responde a un desequilibrio de personalidad ya desde la infancia, que se va arrastrando a lo largo de los años. Acaso fruto de un sistema educacional familiar. Refleja una gran inseguridad y carencias afectivas en la niñez que pueden continuar en el presente.
En el avaro hablamos de una dependencia similar al ludópata, al drogadicto, al perverso. Cada vez se necesita más dosis
Una formación autoritaria, bajo nivel económico y adquisitivo, fracaso escolar, aislamiento social ….van interiorizando la necesidad de un elemento que dé seguridad frente a todo y a todos. Y el poder lleva un compañero inseparable, el dinero.
Y aquí se produce un círculo vicioso insano y peligroso y nace la obsesión. Más y cada vez más para satisfacer el ansia de poder que genera tanta ansiedad. El comportamiento se vuelve repetitivo sin importar a costa de qué o de quién. Hay que buscar a alguien de confianza y nada mejor que un hijo, ese compromiso familiar y de sangre que tapia cualquier problemática pueda surgir.
Durante su etapa de futbolista consiguió éxitos pero esa franja profesional no es eterna. En la Federación Española de Fútbol la angustia de la desaparición de poder le llevó supuestamente a tratos de favor a dirigentes territoriales usando arbitrariamente de la RFEF. De este modo la friolera de 32 años en un mismo puesto, siendo renovado por cuatro años recientemente.
Patologías y desequilibrios
Lo que se investiga es la adjudicación contratos a firmas vinculadas a su hijo. Todo ello en perjuicio del organismo que representa. Hay un concepto erróneo en algunos padres que sostienen que el mayor amor es donarle lo material dando nula importancia al factor emocional.
Este último es importantísimo y su carencia provoca patologías y desequilibrios. Eso que el dinero no puede dar. La esperanza en la enfermedad, el abrazo de amor, amistad. Un te quiero en cualquier instante es la mayor seguridad y elevación de autoestima . Atesorar por miedo al futuro, a sufrir de nuevo carencias de antaño.
La figura del avaro forma parte de personajes aunque a veces con cariz cómico. Recordemos recreado por Moliére. También Dickens, en su Cuento de Navidad, recrea la figura del avaro, el que atesora y no gasta. Incapacitados para disfrutar un momento de felicidad porque sólo son felices acumulando.
Angustia vital
En ocasiones me han preguntado si en el avaro hablamos de una dependencia similar al ludópata, al drogadicto, al perverso. Rotundamente sí. Cada vez se necesita más dosis para conseguir el mismo efecto tranquilizador de una angustia vital. Habrá quien afirme falta de vergüenza y corrupción. Toda conducta tiene un origen, una explicación y un trasfondo oculto. Y eso es lo que desde el punto de vista psicológico se indaga. Y que la vía legal siga su curso.