"SÍ, YO REIVINDICO LA MODERACIÓN Y LAS POLÍTICAS SOCIALES COMO SEÑA DEL PP"
La presidenta de Madrid cree que en Cataluña hará falta "pedagogía", pero mientras no le asusta aplicar la Ley a fondo. Errejón, Iglesias o González, otros nombres en la mesa.
ENTREVISTA CON CRISTINA CIFUENTES, PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD DE MADRID (II PARTE)
En la segunda parte de la entrevista para ElSemanalDigital y Esdiario, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, analiza a fondo varios temas de máxima actualidad: la situación en Cataluña, los candidatos rivales, el pasado de Ignacio González o Francisco Granados y, entre otros, la política fiscal.
Pregunta. Usted ha sido Delegada del Gobierno, si lo fuera ahora mismo en Cataluña, ¿qué haría al oír al consejero de Interior de la Generalitat decir que los Mossos van a estar a las órdenes del independentismo? ¿Cuál sería su reacción?
Respuesta. Yo antes de nada doy todo mi apoyo y cariño a Millo, el Delegado del Gobierno en Cataluña, que está haciendo un trabajo extraordinario. No es fácil representar los intereses de España en una comunidad que en estos momentos está gobernada por un grupo de partidos metidos en una deriva esperpéntica.
El 155 es un artículo de la Constitución y por tanto es un mecanismo perfectamente legal
En primer lugar, por la eliminación del discrepante, yo sólo he visto eso en las purgas estalinistas o con Maduro en Venezuela. Luego hay una segunda cosa muy grave, el procés lo que ha hecho es suplantar la acción de Gobierno: todo está condicionado a eso, se está renunciando a gestionar la sanidad, la educación de calidad, los servicios públicos… la Administración está paralizada y condicionada por esto.
Las empresas se están marchando de Cataluña. Es una irresponsabilidad que daña a los catalanes.
P. ¿Lo llamaría usted Golpe de Estado? ¿Aplicaría el artículo 155? ¿Cómo prevé que va a acabar?
R. No puedo saber cómo va a acabar ni me puedo poner en el papel del Gobierno de España, pero tengo una confianza grandísima en la actuación del Gobierno y en que se están dando todos los pasos para hacer cumplir la ley en Cataluña.
Sí que es verdad que, al final, cuando se habla del 155, hay que decir que es un artículo de la Constitución y por tanto es un mecanismo perfectamente legal. Que además se puede utilizar de una manera gradual; en todo caso será el Gobierno quien decida al respecto.
P. Pero a usted no le asusta utilizarlo.
R. Bueno, cualquier mecanismo que sea legal a mí no me asusta. Me asustarían mecanismos ilegales, que se plantearan alternativas que no están en la ley. Yo sí entiendo que un Gobierno, sobre todo en minoría, tiene la responsabilidad de contribuir a mejorar un problema, no a empeorarlo.
Y que se tomen medidas con el mayor acuerdo posible, cosa que no es fácil porque no sabemos qué piensa el PSOE actual de este asunto. Un día habla de federalismo, otro de plurinacionalidad, o cuando dice Pedro Sánchez que hay que llegar a un acuerdo pero bajo ningún concepto aplicando el artículo 155… El Gobierno tiene que buscar el mayor respaldo posible, pero estoy tranquila porque el Estado de Derecho tiene muchos mecanismos para que se cumpla la ley, y no sólo el 155: los tribunales también pueden.
A Pablo Iglesias le molestaba Errejón y lo manda desterrado a Madrid. ¿Es Madrid un campo de reeducación? ¿El Gulag?
P. ¿Teme una revuelta social en Cataluña?
R. No, no lo creo. Entre otras cosas porque la mayoría del pueblo catalán no está a favor de la independencia, otra cosa es que los partidos soberanistas estén gobernando y consigan movilizaciones. Y también creo que más allá del procés que le interesa a la clase dirigente allí, al ciudadano lo que le interesa es la resolución de los problemas.
Sí creo que hay que hacer un trabajo, a medio y largo plazo, de mucha pedagogía, porque es un hecho que en los últimos 15 años cada vez hay más personas en Cataluña que están a favor de la independencia.
Y eso probablemente ha sido por una falta de diálogo o por una falta de comunicación efectiva que ha permitido que se vaya instalando un sentimiento de agravio en una parte de la sociedad catalana hacia al conjunto de España, y eso tenemos que conseguir revertirlo.
P. Volviendo a su ámbito, parece claro quiénes van a ser sus rivales en las Elecciones Autonómicas. La única novedad sería el candidato de Podemos, Íñigo Errejón. ¿Teme que eso facilite un acuerdo con el PSOE dado que ha sido presentado siempre como una persona más cercana a los socialistas?
R. A mí me da exactamente igual quiénes sean los candidatos de los otros partidos. Igual que tengo claro que si PSOE y Podemos pueden gobernar juntos, lo harán, da igual con qué candidatos. Es lo que pasa en el Ayuntamiento de Madrid, donde el PP ganó las Elecciones pero gobiernan ellos.
Más allá de eso, que Errejón sea candidato o no me da igual. Son iguales unos que otros, la ideología es la misma, aunque pueden variar las formas. A mí Errejón personalmente me cae bien, me parece un chico simpático y agradable, es el hijo que toda madre querría tener, exagerando la broma.
No tengo nada contra él, pero hay algo que no me gusta como madrileña: el procedimiento de designación de candidatos es una falta de respeto a los madrileños, porque es un intercambio de cromos…
A Pablo Iglesias le molestaba Errejón y lo manda desterrado a Madrid. ¿Es Madrid un campo de reeducación? ¿El Gulag? Han hecho una purga interna, le quitan de portavoz, le mandan al final del banco y luego a Madrid.
Es un desprecio a los madrileños, Madrid no es cualquier plaza, hay que mandar a lo mejor y no a la persona que a ti te parece que no te vale en el Congreso y lo mandas aquí al destierro.
Pero bueno, si quiere venir el paracaidista a Madrid, fenomenal. Porque tiene todavía dos años para conocer Madrid, pateársela, y usar nuestra excelente red de transporte público; así conoce nuestros 179 municipios y los distritos de la capital. Si se pone ya, a lo mejor le da tiempo.
P. La economía madrileña va bien pero…
R. Creciendo al 3% y creando 200.000 puestos de trabajo…
Estoy muy tranquila porque además de gobernar con honradez absoluta, lo estamos haciendo con transparencia
P. … Y quizá por eso le sacan la corrupción como gran debate, metiendo en el mismo saco todo. Incluso citan a menudo, además de al Canal de Isabel II, al Metro y a Telemadrid. ¿usted está tranquila con las joyas de la corona de su Gobierno?
R. Yo estoy muy tranquila porque además de gobernar con honradez absoluta, lo estamos haciendo con transparencia y yo creo que es muy importante. Al final, la transparencia es el antídoto frente a la corrupción. Cuando tú estás dando cuenta permanentemente de cada euro que ingresas en qué lo gastas y cualquier ciudadano puede acceder a eso, que es lo que ahora mismo ocurre y todos pueden ver los datos de contratación, nuestras declaraciones de la renta o bienes…
Tenemos una gestión transparente y es mucho más fácil evitar determinadas situaciones. Hemos pasado en un año y medio de ser la última Comunidad en el ránking de Transparencia Internacional a ser la segunda de España sólo después del País Vasco.
El altísimo grado de transparencia facilita las cosas. Y además hemos aprobado en el Gobierno, aunque están paralizadas en la Asamblea, dos proyectos de ley, y un tercero de transparencia, buen gobierno y participación ciudadana que nos tumbaron desde el Tripartito de la oposición… Y hemos presentado esa ley de regeneración democrática con medidas como la eliminación de los aforamientos, la limitación de mandatos o la incompatibilidad para ser diputado y alcalde a la vez.
Lo aprobamos hace más de un año, aunque Ciudadanos ha presentado un proyecto que lo ha clonado, copiado… vamos a tener que empezar a pedir derechos de autor.
A lo que voy, estamos legislando para avanzar, pero al margen de la legislación hay que tener una actitud vigilante y si se da cualquier caso de corrupción, actuar rápido y no mirar para otro lado.
La situación en Madrid es la que es, pero los ciudadanos saben que estamos comprometidos contra la corrupción, con un código ético que es el más estricto de cualquier partido en cualquier región. Y lo aplicamos, otros lo tienen pero no lo aplican, como Podemos en Madrid con sus dos concejales tri-imputados.
P. ¿Qué siente usted cuando ve a Ignacio González en televisión detenido o yendo a declarar?
R. El asunto de Ignacio González o de Francisco Granados o cualquier otro que afecte a corrupción política es algo que te llena de frustración. Porque indudablemente la gestión política se ve empañada por la corrupción y la alarma social de los ciudadanos.
Yo no voy a prejuzgar la presunción de inocencia de nadie, pero es verdad que cada vez que hay una detención o una medida cautelar del juez de prisión provisional sin fianza, pues genera una alarma terrible y al final ese tipo de actuaciones van en contra de la marca PP. Es muy difícil gestionar en una situación económicamente complicada, con mucho esfuerzo, y que se vea empañado por casos que están saliendo un día sí y otro también. Es bastante frustrante.
Me da mucha rabia cuando veo que ha podido haber compañeros que se han aprovechado de su militancia
Más allá de eso pues yo siento la misma rabia que cualquier ciudadano cuando ve que pasan estas cosas. La mayoría de los políticos, tengo que decirlo de todos los partidos, es gente honrada que trabaja con vocación de servicio para servir a los ciudadanos.
Cuando veo estas cosas, yo que soy una persona afortunada pero que no tiene propiedades ni nada, que vivo de alquiler, que no tengo nada de nada… pues me da mucha rabia cuando veo que ha podido haber compañeros que se han aprovechado de su militancia pues enriquecerse, presumiblemente.
P. Usted baja impuestos, tasas universitarias, abono transporte, ¿por qué no le sugiere a Montoro que haga lo mismo?
R. Yo creo que el Gobierno Central en cuanto ha podido, baja los impuestos. No lo hizo antes porque la situación de España era previa al colapso, a punto de ser rescatados. En ese momento hubo que subirlos, luego se bajaron y ahora el Ministerio de Hacienda está planteando otra bajada.
El enemigo no es Montoro, el adversario son los partidos de izquierdas que están pidiendo permanentemente en la Asamblea que subamos los impuestos, que se recupere el de sucesiones que tenemos bonificado al 99%, que suba el tramo del IRPF, el impuesto de patrimonio… Yo no he tenido problemas con Hacienda por tener la fiscalidad más baja de España.
El problema es que las comunidades gobernadas por la izquierda hablan de armonización fiscal cuando en realidad lo que quieren es subir impuestos: mi compromiso con los madrileños es no subirlos y bajarlos todavía más cuando la situación lo permita.
P. Quizá es usted una de las políticas españolas más transversal: despierta menos fobia en los votantes de otros partidos y filias en el suyo. ¿Pero teme perder al votante tradicional del PP con ese discurso?
R. Yo llevo militando en el PP 35 años, me afilié a AP. Me siento muy orgullosa del PP cada día, porque han hecho y hacen cosas muy buenas para mi país. Pero es verdad que somos un partido de centro-derecha con un electorado muy amplio y que en algunas cosas puede haber discrepancias.
Eso no es malo, los partidos no podemos ser sectas de pensamiento único y está bien que haya debate en algunas cuestiones, estando de acuerdo en lo esencial. A la hora de ir a votar, una persona con determinada ideología tiene que poner en la balanza las cosas buenas y las cosas malas, las que te gustan más y menos… Yo no me considero un verso suelto, al contrario, uno tiene que intentar gobernar para todos y en España la gran mayoría sociológica está en el centro.
Por eso es un disparate lo que hace el PSOE compitiendo con Podemos. Reivindico la moderación en política y reivindico la política social del PP, aquí dedicamos 9 de cada 10 euros a política sociales. Aquí no tenemos recortes, hemos aumentado el presupuesto en sanidad, educación y asuntos sociales. La reivindico por eso como seña del PP.