Los responsables de Supervivientes confirman la inocencia de Alba Carrillo
Tras unos días muy convulsos, por fin tenemos la versión oficial de la productora de Supervivientes que deja al descubierto la verdad sobre el escándalo de la modelo y su hijo.
Ha llegado a España convertida en una mujer renovada. Lo dicen sus ojos pero también sus actitudes. Más moderada, comprensiva y dispuesta a mantenerse alejada del foco de la polémica. Alba Carrillo podría haber ganado Supervivientes pero encaramada a una merecidísima segunda plaza ha conseguido dinamitar los prejuicios que despertaba desde su fallido matrimonio con Feliciano López. Sin embargo, le buscan las cosquillas en un intento desmesurado por relanzar esa histeria que ya es pasado. La presencia de Lu/cas, el hijo de la modelo y Fonsi Nieto, en la final de Supervivientes ha hecho correr ríos de tinta. Fonsi denunció a través de Aurelio Manzano que estaba enfadado porque Lucía Pariente no había cumplido el pacto.
Está claro que, desde el principio, la protección del menor iba a ser escrupulosa Dudar de que las gestiones se realizaron de forma irregular supone un ataque frontal a Bulldog, responsable de velar por los contenidos. Una afrenta innecesaria en un asunto que puede provocar demasiados e innecesarios enfrentamientos. Quizás por eso los directivos de la productora han querido dar un paso al frente y confirmar el cumplimiento del protocolo que establecen las leyes en cuanto a menores. No hay duda de que todo se realizó bajo la supervisión de Alba y su abogada, Teresa Bueyes: "Por el presente les hago saber que BulldogTV ha contado desde el inicio del programa con la autorización de doña Alba Carrillo para reencontrarse con su hijo menor, al final del programa en Madrid. Entrega que se ha hecho conforme, siguiendo el requerimiento de su abogada, la señora Teresa Bueyes".
Son estas las palabras que atajan la polémica. No existe afectación tras una decisión, tomada por el progenitor que tiene la guardia y custodia del menor, la víctima muda de esta catástrofe mediática que podría terminar en los juzgados. No solo porque el ex piloto amenaza con intervenir para proteger a su hijo, sino porque Alba tampoco va a quedarse con los brazos cruzados. Despropósito tras despropósito que se finalizaría con una conversación a tres bandas. Es cierto que Fonsi tiene razón en el groso del problema, pero resulta incoherente luchar por la intimidad de su hijo haciendo declaraciones pirómanas en las que el protagonista es, precisamente, quien se quiere proteger. Apuesto a que ambos sabrán conversar para conseguir que Alba vuele en libertad. Esa sería la gran victoria.