La mosso que abatió a 4 terroristas
La psicóloga de ESD traza un perfil de la agente que derribó a 4 yihadistas en Cambrils y explica cómo reacciona cada persona ante un drama de esa magnitud y crueldad.
La ofrenda en Las Ramblas encabezada por los Reyes
Auténtica madre coraje que abatió a cuatro terroristas para salvar a un pueblo y sus habitantes como auténtica Madre de la Patria. Esto si es feminismo, coraje y valor. En silencio, sin gritos ni coros de acompañamiento y con el poder de la ley y el valor único que ésta confiere.
La Mosso fue la heroína anónima de Barcelona. Ahora vendrá lo peor. Por eso se merece un aplauso
Saber lo que hay que hacer en ese instante milimetrado necesario para salvar la vida, la vida de muchos ciudadanos. Sin dudar, sin miedos, porque no están permitidos en su profesión. Sin subvenciones especiales a pesar de exponer su vida día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo.
Empatía por el bien común y no por haber observado dolor y muerte, sino desde mucho antes para prevenirlos. No existe el egoísmo ni el egocentrismo ni el narcisismo. Se sustituye el yo por el tú, el otro y los demás.
Cada día un lugar nuevo, una situación nueva exponiendo su integridad y todo ello para evitar esa tan temida peligrosidad social, en catástrofes y emergencias. Es evidente las víctimas y familiares fallecidos tendrán que ser asistidos por los grupos de intervención psicológica en catástrofes y emergencias.
Hay tres momentos fundamentales. El primero es reconocer que un familiar pudo ubicarse en las Ramblas. El segundo momento es saber si está vivo o no. Esta etapa genera una grandísima ansiedad. En tercer lugar la identificación del cadáver, que en caso de haber dos miembros de una misma familia siempre debe ir el más fuerte psíquicamente.
Un shock
En este primer momento de shock emocional se da una negación de la realidad como un mecanismo de defensa o anestesia. Recuerdo a una madre que perdió a su hija en el vagón calcinado del accidente tren Alvia en Santiago de Compostela y no cesaba de repetirme que no era su hija sino la hija de un amigo.
En los posteriores días la realidad será un choque brutal que costará asimilar. Se necesita apoyo psicológico posterior. No podemos olvidar el síndrome postraumático de la agente de los mossos de escuadra que en ese momento olvidó el miedo y el dolor pero recordará lugares, olores, sonidos, coches, personas y podrá sufrir problemas auditivos, pesadillas o paralizaciones en otros instantes de su vida.
Un portavoz de los Mossos
Acaso verá esos rostros asesinos en otros rostros. Pero no ocupará páginas de periódicos ni televiones y su recuerdo se irá atenuando y desapareciendo en el tiempo. Por supuesto con un protocolo de seguridad especial para evitar que se ponga en riesgo.
La humanidad
No sabremos su nombre ni veremos su cara pero será la heroína anónima. Mi homenaje y el de muchos a estos seres excepcionales de las Fuerzas de Seguridad. Ellos sí se entregan y dan la vida desde que amanecen hasta el final de su jornada .Y lo hacen por una razón muy sencilla y grande: por humanidad.
Son los salvadores de tanto y tantos. Saben estar en cada momento sin que nadie se lo diga, en el mayor de los silencios y pocas veces reciben esa palmadita de agradecimiento.
