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Los manipuladores de Juana

La psicóloga de ESD repasa el epílogo del caso Juana Rivas y señala a sus 'asesores' como responsables de un circo dañino para los padres y, sobre todo, sus dos hijos menores.

Francisca Granados, la principal asesora de Rivas, ahora 'borrada' ante el juez

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Pilar Enjamio es psicóloga

Era de esperar que una persona narcisista no reconociese su error. Los culpables siempre son otros. Ellos jamás. Tanto Francisca Granados como la psicóloga del Centro no han declarado ante el juez, que las citaba como investigadas (antes imputadas) en el caso de Juana Rivas, alegando secreto profesional.

Traducido desde nuestra esfera es carencia de argumentos o que, por experiencia, saben que el inconsciente las traiciona cuando hacen alguna afirmación y, claro está, las delata. Eso sí, se muestra una vez más su afán de protagonismo y sus declaraciones se guardan para los medios y así sólo ella es la protagonista principal.

Un circo

Se les sigue utilizando como poder mediático y una vía de concienciación de masas a través de su verdad, la única verdad. Obsesión enfermiza con la misma idea y condena sin escrúpulos como maltratador a Francesco, amén de peligrosidad para dos menores. La auténtica peligrosidad es con estas personas que dirigen instituciones porque ha ocurrido algo gravísimo y es el convertir a dos menores en objetos, en objetos de cambio primero entre los padres y ahora, de forma sangrante, con un fin político.

Han afirmado de manera rotunda y clarísima que jamás, jamás, en ningún caso han inducido, apoyado o cooperado en la comisión de ningún delito ni sustracción. Entonces nos hemos confundido de personas y de situación. Los que adoptamos la objetividad en nuestra vida profesional y todos aquellos o aquellas sufren verdadero maltrato no estamos ciegos.

¿Fines perversos?

No reconocer una realidad es una patología muy grave y es muy claro: este sentido de la irrealidad se transmite a quienes asesoran o están en su punto de mira, caso de la propia Rivas. Una asesora le diría que lo primero es cumplir las sentencias judiciales . En segundo lugar la privacidad y no un circo mediático como forma de presión para convertir una mentira en verdad con un fin económico y político.


No se puede usar una denuncia de 2009 para señalar a un hombre. Juana se fue tres meses a Asia y dejó a su hijo con un 'maltratador'

Algo la ha traicionado en un instante con los periodistas cuando afirma que Juana y el mayor de los críos no están protegidos. Claro, se obvió al menor, porque es el mayor el que ha sufrido alienación parental. Su egoísmo se demostró, como era previsible, al preguntarle por Juana Rivas.

Dice de su entorno que es quien debe apoyarle ahora. Claro, ahora se te ha ido el apoyo centrándote en ti misma. Yo te diré algo tremendamente claro, que no utilices una denuncia de 2009 en el ámbito doméstico para mentir y fomentar la peligrosidad de un hombre. Porque Juana, posteriormente, se fue tres meses a Asia y dejó a su hijo con un maltratador .

No se explica nada

Volvió y tuvo otro hijo . El síndrome de Estocolmo o dependencia afectiva es próxima en el tiempo, no tres años después. Están ustedes maltratando a un hombre que ha sabido estar en cada momento y con una generosidad máxima ha dicho que no quiere ver a Juana en la cárcel y que desea custodia compartida.

No elimina a la madre como ustedes eliminan al padre. Y con la máxima desvergüenza, antes de la citación judicial y para no declarar, presentan un recurso urgente porque los niños peligran con Francesco. O sea que la ley se usa según convenga . Ya no es secuestradora porque entregó a los niños y están en Italia con Francesco ya.

Su pésimo argumento de que no hay que denunciar a los centros de mujeres porque así las mujeres no denuncian. Basta de mentiras, se descubrirán mentiras, muchas mentiras de un tema tan grave como es la violencia de género y que no es un negocio porque debe centrarse en el aspecto humano y la verdad.

Dos menores

No sólo sufre una mujer. También un hombre, un niño, un anciano, el ambiente. Siento y sentimos una pena inmensa por dos menores que nada tienen que ver con un circo ni con un complejo de vencedores y vencidos. Por ellos deberían rectificar y dejar esta problemática para los jueces y la privacidad de un problema en el ámbito familiar.