La cultura cobarde

Los que suelen firmar esos manifiestos de posicionamiento político tan predecibles, aburridísimos y unidireccionales bajo el nombre de “gente de la cultura”, llegan para variar tarde a esto de Cataluña; siempre llegan tarde a todo.

Cataluña está en un punto de no retorno porque entre otros, los de la cultura, llevan décadas llamando fachas a los que decían lo mismo que el otro día dijo Serrat, y claro, ahora que le toca a uno de ellos ser facha se asusta, tiene miedo.

Todo es mentira en la cultura española, igual que a Cataluña, también llegaron tarde a la lucha contra Franco. Llegaron tan tarde que cuando empezaron a luchar ya estaba muerto; eso sí, una vez en la caja de pino todos han querido poner el pie encima para hacerse la foto, qué valientes.

¿Reprimido por Franco?

Serrat, que como cantautor es sublime y como politólogo nefasto, nunca estuvo perseguido por el franquismo por cantar en catalán, ésa es sólo otra historia de autovictimización progre necesaria para pasar a ser Paria Premium y así ligar más.

Los de la cultura son cobardes. Ellos generaron ese espacio de terror mediático que ataca a todo aquel que ose salirse de la línea marcada

Basta con acudir a Youtube para ver el especial que en 1968 le dedicó la televisión franquista y en el que canta durante toda la velada en catalán. Sí, en TVE, la única que había entonces, la de Franco.

Por no hablar de los cinco discos que tiene publicados en esa lengua con el dictador vivo, casi los mismos que publicaría en 40 años de democracia.

También es mentira que se le prohibiera cantar en Eurovisión en catalán. Fue justo al revés.

El famoso “la la la” lo compuso el Dúo Dinámico —en español lógicamente—, pero la incipiente presión de los lobbies de poder del nacionalismo y el consiguiente miedo del cantante a que una campaña en su contra le hiciera perder comba en su fulgurante carrera, provocaron que éste echara un órdago para pedir cantar en una lengua que ya por aquel entonces empezaba a ser una herramienta política para crear odios y solicitar privilegios, y no un canal de entendimiento que es para lo que se inventaron las lenguas, para entenderse.

Lógicamente perdió el órdago a la grande porque no llevaba ni un rey; por llevar, no llevaba ni razón. Una cosa es que te dejen hacer un especial en TVE, y otra que pretendas representar a España en un certamen internacional cantando en una lengua que no es la de todos los españoles.

No era cuestión de Franco, ni del fascismo, ni de la represión, ni de ostias en vinagre… sólo era cuestión de que no tenía razón; de hecho ya con Franco muerto hace más de cuarenta años, nadie ha ido a Eurovisión a cantar en catalán.

Los de la cultura son unos cobardes, lo han sido siempre. Ellos generaron ese espacio de terror mediático que ataca a todo aquel que ose salirse de la línea marcada, sólo que a veces, la cosa es tan clara que alguno de ellos se confunde y traspasa esa línea, la que te lleva directamente a la libertad… y ahí, como le ha pasado a Serrat, te empiezan a lapidar.

Ser libre siempre tuvo un precio, y en el panorama cultural español muy pocos han estado dispuestos a pagarlo. La amenaza cala, ahora el resto de la camarilla sabrá que no se pueden tener deslices, que los deslices se pagan.

Los Goya

Así que todos a los Goya a gritar consignas estúpidas a ver quien aparenta ser más progre —que está la carrera en juego y de algo hay que comer—, aunque eso suponga que los aficionados al cine nos quedemos sin gala todos los años porque es la única en toda Europa donde no se habla casi nunca de cine.

Valiente es Boadella, que se atrevió antes a denunciar y por eso ya le llamaban facha 30 años antes que a Serrat

Pero poco duró el desliz, espejismo de valentía, de Joan Manuel; al día siguiente ya estaba humillando en tablas echándole la culpa también al PP, que no se diga.

Hombre mira Serrat, deja ya de joder con la pelota. A mí el PP me parece un partido nefasto para España, y Rajoy el peor presidente de la democracia —si es que queda alguna posibilidad de atesorar ese honor después de haber gobernado Zapatero—, pero esto de tenerlo de comodín del público cada vez que vienen mal dadas como que no. ¡Qué va a ser culpa del PP hombre!

Es verdad que Aznar hablaba catalán en la intimidad porque lo necesitaba para cuadrar las cuentas, pero Joan, en los siete canales de televisión y la cesión de toda la educación pública que han sido la base del adoctrinamiento que hoy enseña las garras en Cataluña, algo tuvo que ver ese partido que tú apoyas arqueando con tus amigos el dedo índice por encima del ojo justo a la altura de la ceja ¿no?

Vivimos en un país donde no se puede cerrar la terraza sin pedir permiso a los vecinos, y que una serie de podemitas, republicanos de izquierdas y nacionalistas de derechas, todos muy amigos, proclamen que una comunidad autónoma se puede independizar unilateralmente de un país con más de 500 años de historia ¿es culpa del PP?

Silencio de años

Tienes tú y todos los que como tú callaron durante años con lo que estaba pasando en Cataluña, y llamaron fachas a quienes lo denunciaban, mucha más culpa que el PP.

Siempre con ese posicionamiento cobarde de “hay que dialogar más” con una gente que no quiere dialogar, sólo quiere que le des la razón, y que en cada mesa de diálogo se llevaba otro trozo del pastel común.

La cultura valiente es Boadella, que se atrevió hace mucho a denunciar lo que pasaba en Cataluña y que por eso ya le llamaban facha 30 años antes que a ti, sólo que él no reculó, él siguió diciendo la verdad, y claro, acabó exiliado en Madrid, que es la ciudad de todos los desheredados.

¿Por qué callaste?

¿Por qué no te indignaste cuando Boadella tuvo que irse de su tierra Serrat? ¿Por qué guardaste silencio cobarde? ¿No creíste que algún día podrías ser tú?

Y ahora que te toca a ti una pequeña reprimenda ¿qué quieres? ¿Que nos indignemos los demás?

Yo paso.