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Fernando Roca

El verdadero problema

La ignorancia inducida, y consentida, como vehículo de penetración de ideas tan peligrosas como el soberanismo. El autor apela a Lledó o Reverte para defender la educación como salida.

El verdadero problema

El verdadero problema

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Los acontecimientos sobre el tema de estos días se suceden como una riada de desorden y caos. Así, la postura preconcebida que cada cual tiene sobre cada noticia, cuyos detalles no interesan lo más mínimo al común de los imbéciles, permite ejercitar el primitismo patrio, que reluce cuando menos conviene.

El despropósito de lo acontecido no tiene parangón en los años de democracia, y no hay que ser viejo para alegarlo. La irresponsabilidad practicada por unos cuantos nos ha dejado el siguiente balance: un Parlamento regional que abandona su principal función, parlamentar; un govern habituado a la más insensata desobediencia; un President (con mayúscula por respeto a algún antecesor digno que haya existido) que no lo es de todos, sino de parte; y la absurda creencia colectiva de la ilegitimidad de las actuaciones judiciales.

Parlanchines

Ante tamaños dislates, el simplismo en las formas y el fondo de todo parlanchín con derecho a opinar se manifiesta en el simbolismo de los unos y los otros. En la Ciudad Condal encontramos un coche de la Benemérita convertido en estercolero y pisoteado entre risas por un reportero de la televisión autonómica de mayor tirada.


Exaltados, los otros (que no lo son tanto por evidentes cuestiones de consanguinidad), lo mismo sacan sus banderas a la calle que jalean un a por ellos. Sin embargo, a pocos les preocupan los detalles y el trasfondo de la situación en que todos, como ciudadanos, nos encontramos inmersos.

Escasas voces sensatas apelan a la cordura y al intelecto para juzgar a partidarios y detractores de las actuaciones del gobierno catalán. Algunos apelan a la autodeterminación sin siquiera tomarse la molestia de pedir el incondicional auxilio de wikipedia y contrastar lo esgrimido por los mandatarios con la realidad inequívoca sobre la aplicación de este derecho, que es fundamental en el ámbito normativo internacional.

Es la ignorancia, la falta de educación, la que se apodera y retuerce nuestras pasiones

Otros tantos frivolizan con el sufrimiento de los regímenes dictatoriales, acusando a todo discrepante de fascista y autoritario. De igual modo, algunos se dedican a arengar a capricho que la falta de libertad de expresión asfixia el ideario de la región, y que únicamente a través del voto podrá el atormentado catalán ser lliure. Sobre este último punto las palabras del Premio Príncipe de Asturias Emilio Lledó se muestran reveladoras:

"No estamos solo ante una corrupción de las cosas, sino ante una corrupción de la mente. A mí me llama la atención que siempre se habla, y con razón, de libertad de expresión. Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener, principal y primariamente, es libertad de pensamiento. ¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades?".

El conflicto

Y es que es la ausencia total de educación (académica y de casa), sumada a la inaceptable actuación de un pequeño puñado de monigotes interesados en el conflicto, la que destruye el tejido del respeto por el rigor y la verdad. Es la ignorancia la que se apodera y retuerce nuestras pasiones. En este sentido me permitirá la Real Academia tomar las palabras de otro de sus miembros. En este caso de Pérez-Reverte:

"[...] la envidia como indiscutible pecado nacional, la atroz falta de cultura que nos ha puesto siempre -y nos sigue poniendo-en manos de predicadores y charlatanes de todo signo, nos hicieron como somos".

Este es el verdadero problema, por lo que una apuesta firme por la cultura y la educación en su más amplio sentido así como el fomento del interés por el saber y el estudiar son los únicos ingredientes que nos liberarán de la condena a la que este país hace frente desde hace siglos. Y en esta tarea tomos somos responsables. Aunque algunos más que otros.


(*) Fernando Roca es miembro del Club Liberal de Cádiz


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