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Rafa Rodríguez

¿El fin de la prisión permanente?

La prisión permanente revisable, sólo aplicable a asesinos sexuales o terroristas, puede desaparecer. El PNV impulsa una anulación que puede contar ya mismo con la mayoría del Congreso.

El etarra Troitiño, extraditado a España en mayo y autor de 22 asesinatos, podría salir de prisión de haber sido condenado ahora y ser derribada la prisión permanente

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La prisión permanente revisable, que permite sacar de la cárcel a cierto tipo de delincuentes peligrosos si se reinsertan pero no obliga al Estado a soltarles sin esa garantía, puede tener las horas contadas. Aunque nadie, o casi nadie, se haya dado cuenta.

Y es que el Pleno del Congreso decidirá este martes si tramita una proposición de ley de reforma del Código Penal, auspiciada por el PNV, para la supresión de la prisión permanente revisable, una medida aprobada en solitario por el PP cuando tenía mayoría absoluta, y que toda la oposición recurrió ante el Tribunal Constitucional hace más dos años.

La prisión permanente no es perpetua pero evita que asesinos sexuales o terroristas salgan sin estar rehabilitados

La prisión permanente revisable, incluida en 2015 en el Código Penal, está vigente sin embargo en algunas de las democracias más avanzadas de Europa. Hasta siete países, entre ellos Italia, Francia, Reino Unidos o Alemania; la incluyen en su legislación. Y, en el caso de España, contó con el visto bueno del Consejo General del Poder Judicial, del Consejo de Estado e, incluso, del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Sin embargo, en su iniciativa, que tiene muchos visos de ser tomada en consideración según informa EP, el PNV demanda la supresión de la prisión permanente revisable por considerar que se trata de una medida "irresponsable" e "inconstitucional". Según argumentan, su inclusión en el Código Penal fue "una de las decisiones político-criminales más importantes desde el restablecimiento de un sistema jurídico político de libertades en el año 1978", pero "no está justificada desde razones de política criminal".

VA CONTRA LA REINSERCIÓN

Además, recalca que este tipo de pena "vulnera claramente los elementos nucleares de los principios constitucionales referidos al ordenamiento penal: el principio de legalidad y el mandato de resocialización", ambos contenidos en el artículo 25 de la Constitución Española.

En este mismo sentido, el PNV insiste en que la incorporación de la prisión permanente revisable, que encubre la pena de prisión de por vida o prisión perpetua, "persigue únicamente una función retributiva y vengativa de la pena" en aras a una "supuesta mayor seguridad ciudadana" y "niega el sistema de derechos y valores de la Constitución".

ROMPE EL CONSENSO CONSTITUCIONAL

Para el PNV, el Derecho Penal es "sumamente maleable en manos de los operadores que lo manejan" y por ello debiera primar la "responsabilidad política y jurídica para evitar un día hallarnos inmersos en un Derecho Penal totalitario, desigual, desproporcionado e injusto".

Así, exige "responsabilidad a la hora de proponer innovar" en el contenido del Código Penal y reclama también "responsabilidad para con el modelo garantista que antaño nos dimos; para asumir como propia la idea de que la seguridad no lo es todo, de que hay otros Derechos y principios que deben inspirar nuestro sistema".

Por último, alerta de que "existen posibilidades de error judicial que sería irreparable" y afirma que la incorporación de esta pena al Código Penal "rompe peligrosamente con uno de los consensos constitucionales de 1978 de no establecer la cadena perpetua".


Reino Unido, Francia o Alemania sí tienen este recurso para cierto tipos de crímenes como el de José Bretón

NO ES PERPETUA

En realidad, los nacionalistas vascos no explican que la prisión permanente revisable no es igual que la cadena perpetua, que sí pone casi imposible reinsertar a ningún preso. En este caso, sigue existiendo esa posibilidad; lo que se evita es la obligación del Estado de liberar a delincuentes peligrosos al cumplir su condena, con independencia de si están o no en condiciones de no ser una amenaza pública.

Aún más, esta herramienta está muy restringida en España a ciertos tipos penales especialmente dolorosos cuyos responsables suelen ser reincidientes: asesinos sexuales, criminales en serie o terroristas.

De llegarse a votar la petición del PNV, es verosímil que tenga el respaldo de toda la Cámara a excepción del PP y, tal vez, de Ciudadanos. Y eso avalaría que, en el futuro, delincuentes como José Bretón, que mató o quemó a sus hijos, puedan contar con volver a la calle que ahora mismo tendría muy difícil volver a pisar. Si se derriba ahora, en unos años él y un potencial yihadista serían liberados en el futuro, con independencia de cuál sea su rehabilitación real.

EL CASO DE TROITIÑO

Otro ejemplo práctico sería el del etarra Antonio Troitiño, responsable de 22 asesinatos como miembro del sanguinario 'Comando Madrid'. Sus crímenes, de haber sido juzgados ahora, entrarían en el capítulo de aplicación de la prisión permanente revisable y los 2.700 años de condena que pesan sobre él dificultarían mucho su salida de la cárcel.

Al haber sido enjuiciados con el antiguo Código Penal, esa sentencia nunca pasaría de los 30 años. La anulación del cautiverio permanente no le afecta, pues, pero sirve para entender su significado: a otros como él, si son juzgados según el criterio del PNV, sí les espera la calle algún día.