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El ISIS reivindica la declaración de independencia de Puigdemont

El ISIS se ha reconocido autor de la Declaración de Independencia y agradece la inmolación de Puigdemont, que no es un lobo solitario: su célula activa incluye más mártires.

Parte de la célula inmolada

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El ISIS ha reivindicado la independencia suspendida, perpetrada por su célula en Cataluña, descartando con ello la existencia de un único lobo solitario. Aunque en un principio se atribuía la misión a Carles Puigdemont en exclusiva, el comunicado del DAESH revela la existencia de una organización perfectamente asentada al frente del golpe.

"Esta acción libera a Cataluña de infieles", comienza la nota fundamentalista, que felicita al presidente de la Generalitat por su inmolación: "El mártir en la tierra será feliz en el paraíso, rodeado por vestales, ninfas y todo el fuet que quiera", añade.

La célula intentó estallar una Constitución en el Parlament y tiene confiscado un arsenal de esteladas

El jefe de la célula no actuaba solo y en ella figuran también, según las primeras investigaciones policiales, dos activistas con el sobrenombre 'Jordi', no muy inteligentes pero al parecer muy radicalizados; un encargado de logística y avituallamiento denominado Oriol y una especie de avanzadilla conocida por el sobrenombre de 'Los otegis' comandada por una persona cuyo nombre en clave es Gabriel, del que se desconoce su sexo.

La inmolación de su cabecilla, que detonó un cinturón adornado con una bandera separatista, le dejó sordo y mudo a él mismo, tras confundir el explosivo al parecer y llenarlo de petados de diez céntimos. Tuvo que ser ingresado en una clínica de desintoxicación donde, entre otras terapias, no podrá escuchar discos de Lluis Llach.

Cadena de acciones

La célula secesionista, que intentaba hacer estallar la Constitución en el trascurso de una sesión en el Parlament de Cataluña cuando fue frenada, tenía pensadas también acciones contra los Cuerpos de Seguridad y guardaba en un piso franco un arsenal de esteladas preparadas para implantarse en espacios públicos como Las Ventas en Madrid, el campo del Español en Barcelona o el Sánchez Pizjuán en Sevilla.