¿Cómo es un terrorista pirómano?
La psicóloga de ESD traza el perfil de los responsables de los incendios en Galicia, explica sus reacciones y el origen de su terrible comportamiento.
Si establecemos la diferenciación entre crimen, homicidio y asesinato está clarísimo que lo sucedido en Galicia, con 150 focos de fuego, es un crimen con todas las letras. Y lo es, simplemente, porque es un delito gravísimo.
El asesinato es matar a alguien con alevosía y ensañamiento o por recompensa. Homicidio es matar a alguien sin alevosía, sin precio ni ensañamiento. Estos fuegos son un auténtico asesinato, un ensañamiento total con el medio ambiente, con las edificaciones y con las personas que se hallan en este contexto habitual o pasan accidentalmente por él.
No es un fuego aislado, es simultáneo y realizado por varias personas que actúan en nombre de un grupo ideológico. Por supuesto hay capacidad de reflexión, premeditación y estrategia. Tintes políticos claros.
Se dan unos vínculos sociales y políticos en un grupo sectario. Se consideran mártires y atacados por un sistema social y político. Por lo tanto creen actuar en defensa propia sin un ápice de sentimiento de culpabilidad. Su vía es la correcta.
No existe el pensamiento flexible, sólo el dicotómico. Buenos y malos, o estás conmigo o contra mí. Cual secta, en el grupo se va produciendo poco a poco una desconexión de la realidad, trocando en una realidad única, donde hay que actuar para dejar de ser mártir y explotado.
Este tipo de terrorista se considera mártir y atacado por un sistema social y político
Cuatro muertos en Galicia. Casualmente hubo despidos de cuatrocientos brigadistas. Intentan elegirlo como el origen mientras otros lo ven como un claro desvío de atención del nacionalismo. Urgen medios de ayuda porque además de provocarse en los lugares más peligrosos, de cercanía a casas y carreteras se suma el exceso de calor. Es la coyuntura perfecta, que se den condiciones desfavorables además de la coincidencia en distintas ubicaciones en toda Galicia siendo muy difícil su extinción.
La ciudad de Vigo cercada por fuego, Bayona, monasterio de Osera, Cea, Monforte …..Coches paralizados, carreteras cortadas y vidas humanas. Personas con problemas asmáticos y respiratorios cuya inhalación del humo le puede conducir a graves consecuencias.
Los gallegos, que aman su tierra, han olvidado sus ideologías formando una cadena humana y pasando cubos de agua unos a otros. Auténtica empatía y conexión frente a la barbarie. El verde gallego se ha convertido en negra sombra, sombra de terroristas que sólo ven mártires en sí mismos.
Maldad, crueldad, terror, coacción de los que distorsionan la realidad para imponer sus engaños y falacias y convertirlas en desequilibrio de toda una comunidad. Sin importar que el coste sea la vida humana y de nuestro hábitat.