Joaquim Bosch, el juez a ratos
¿Puede ser un escrache un acto de libertad de expresión o un ataque fascista según quien lo sufra? A juicio de este magistrado, sí. Basta con que aparezcan Oltra o Soraya en la escena.
Nadie puede dudar de la solvencia profesional de Joaquim Bosch, portavoz de Jueces por la Democracia y habitual participante en distintos programas de tertulia política. Le precede su formación y su plaza, que nunca es un regalo para nadie.
Pero esa máxima parece no entenderla él, más prejuicioso que juicioso cuando se trata de enjuiciar las cosas de la vida, como si la ideología le tirara más al monte que los propios códigos y leyes que ocupan su vida.
Y es que don Joaquim tiene tendencia a ver las cosas en función de a quien perjudican o benefician y no ateniéndose a lo que son: un escrache puede ser, así, una manifestación de genuina democracia o, por contra, una agresión fascista... según quien la sufra.
De Oltra a Soraya
Si la víctima es Mónica Oltra, lideresa de Compromís y factótum de la Comunidad de Valencia, es un escándalo que de paso sirve para lanzar la especie de que el fascismo campa a sus anchas por España, algo que no se creería ni un redivivo Primo de Rivera.
Pero si la damnificada es Soraya Sáenz de Santamaría, entonces nos largamos un artículo para convertir la agresión, cometida cuando la vicepresidenta estaba en su domicilio familiar con un recién nacido en la cuna, en un ejercicio de libertad de expresión.
Y a quienes nos parecen igual de brutos y lamentables los que acechan a Oltra que los que lo hacen a Soraya, se nos queda cara de queso de gruyere cuando vemos a un magistrado diciendo lo uno y lo contrario por razones estrictamente partidistas. Tanta queja que emite de la justicia el señor Bosch, entre babeos cómplices de reputados defensores de la separación de poderes como Monedero o Iglesias, y al final tenemos la casa sin barrer.
Si nos admite la cariñosa sugerencia, don Joaquim, no se haga escraches a usted mismo con comentarios tan antagónicos: cualquiera podría pensar que a usted le importan menos la verdad y la justicia que una buena juerga con los amigotes.
Ejercicio práctico
Le dejamos a su señoría, y a todos los lectores, un documento muy elocuente para ir calibrando si mejoramos o no la vista. En él aparece Cristina Cifuentes y el ejercicio es bien sencillo: determinar si lo que se presencia ahí es muy fascista, un poco fascista o, como nos tememos, una feliz postura libertaria de unos buenos muchachos. Ya nos dirá, ilustre.