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Puigdemont estudia exiliarse en Atapuerca

El president está cansado y busca reencontrarse con los ancestros. La CUP le ha enseñado el yacimiento troglodita, donde asegura que se sentirá "como en casa".

El primer independentista que pobló Atapuerca hasta la represión de los neandertales por cromañones fachas

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El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, estudia mudarse al yacimiento de Atapuerca, según ha podido confirmar El Pato Cojo en fuentes de los Mossos d'Esquadra, cuyo responsable, el mayor Trapero, podría acompañarle como pareja de hecho.

Al parecer, el cabecilla del soberanismo está cansado de ser incomprendido y busca un lugar donde reencontrarse con sus antepasados y poder llevar una vida corriente y troglodita sin que la Guardia Civil le visite.

"Volver a una cueva es, después del viaje épico que estamos protagonizando ahora mismo, lo más lógico, coherente y merecido", razona el peluquero del president, consciente de sus nulas habilidades como estilista.


Imagen típica de un campamento de verano de la CUP

Anna Gabriel de la CUP ya organiza campamentos de verano trogloditas en homenaje a los ancestros


Aunque en un principio pensó en Altamira, la diputada Anna Gabriel, de la CUP, le disuadió contándole su propia experiencia personal en la reserva primitiva brugalesa. "Allí criaban a los niños en la tribu, se olían el sobaco unos a otros, cagaban en el monte y no se juntaban con los de la aldea de al lado, para conservar su cultura e identidad sin mestizajes", le explicó su señoría.

El tuitero Maese confirma la información de la diputada, con una explicación sorprendente: "Allí nacieron los Puig... El lugar se llamaba Atapuig, y los brítanos lo derivaron a Atapig hasta que la Castilla facha lo tradujo a Atapuerca para reprimir la lengua oriunda".

Armstrong puso una estelada

El argumento definitivo para decantar su decisión lo recibió de Josep Epino, un conocido historiador de Tarragona que asegura que el astronauta Armstrong puso una estelada al llegar a la luna, al revelarle un dato hasta ahora conocido: "En Atapuerca se hablaba catalán y los neandertales eran del Barça, aunque hubo un holocausto por la invasión de cromañones cantando el Cara al Sol".

La brutalidad represiva de Atapuerca ha terminado de animar a Puigdemont, orgulloso de llegar a vivir en La Meca de la Catalunya lliure y poder respirar el mismo aire que sus ancestros.

Incluso ha remitido una carta a La Moncloa para renunciar a la independencia si le permiten crear en la zona una reserva catalanista y tallar el monte cercano con las efigies de los padres fundadores: él mismo, Junqueras, los Jordis y un alegoría del primer neandertal secesionista limpiándose el trasero con una hoja de la Constitución.

De momento, el Gobierno de España no se ha pronunciado, aunque fuentes del Ejecutivo han recordado a Puigdemont la célebre copla mundana que rima con el artículo 155.