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¿Es un paranoico Puigdemont?

La psicóloga de ESD desbroza la personalidad de Puigdemont para descubir un perfil inquietante: mitómano, narcisista y sectario, la influencia de su mujer y el ocultismo parecen estar ahí.

¿Es un paranoico Puigdemont?

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De la realidad a la paranoia y de la paranoia a la realidad. Así es como debe ser definida una situación anómala creada por una personalidad anómala. Muy importante la influencia de un entorno,familiar y de pareja, para que lo que podemos definir como locura transitoria se difumine o se instaure de una forma crónica rayando en la alucinación y paranoia.

Marcela, rumana y pareja de Carles, comparte con él su afición por el ocultismo y espiritismo. Todos sabemos que estas técnicas son utilizadas como una forma de control mental y manipulación en sectas.

Un gran paralelismo con su fanatismo político, sin importar a costa de qué o de quién, manipulando, tergiversando. Imponer una idea a toda costa de una forma autoritaria y dictatorial. No se respeta la Constitución ni las decisiones judiciales y mucho menos las ideas del que no es afín. Tú respetas mis ideas pero yo no respeto las tuyas. Esa es la premisa.

Este rasgo de egocentrismo y narcisismo es complejo de base. Vencedores y vencidos, seguir caminando hacia un precipicio cierto, retos absurdos sin consistencia. Tanto el fanatismo como las prácticas de ritos brujería y espiritismo tienen tintes de irrealidad, fantasía, mundo ficticio.

Es probable que sea un mitómano, una patología que distorsiona la realidad y es peligrosa

Se vive una realidad paralela, un pseudoliderazgo y una falsa creencia de máxima autoridad. Lo fantasioso, lo irreal, el nombrarse y creerse Rey de un país de cuento es muy próximo a la alucinación y paranoia.

Peligroso cóctel creador de comportamientos muy peligrosos para regir proyectos políticos en los que se vea inmersa una Comunidad y todo un país. El bienestar común desaparece en aras de una locura que no es transitoria sino integrada en una personalidad con claros rasgos compulsivos, repetitivos y obsesivos.

Sólo cuenta él

Sin escrúpulos, sin ética, todo en función de una idea, única y exclusivamente. Parece una representación teatral, cómica, pero con resultados dramáticos . Lo grave de esta situación es que se cree un personaje y nada ni nadie puede derrocarlo.

Aquí ya hablamos de mitomanía o mitómano . Distorsión patológica de la realidad. Lo que es antidemocrático como no respetar una Constitución lo transforma en la inconstitucionalidad de una ley que es un claro ataque a su libertad y a sus proyectos.

Él nunca se equivoca sino que son los demás los que siempre fallan. Y sus adeptos dominados por una especie de hipnosis colectiva brindando y celebrando la proclamación de un nuevo Reino. Ésta es su fuerza y a la vez su presión porque en el fondo es un cobarde, un auténtico cobarde .

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