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El Pato Cojo

Puigdemont se llevó una pedrada de pequeño

El proyectil, recibido en edad escolar, le transformó de Carlos en Carles y le permitió desarrollar superpoderes que no tenía. Ahora rodará la versión adulta de Harry Potter.

Puigdemont, contando compungido lo de su pedrada

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Carles Puigdemont se llevó una pedrada de pequeño. O incluso varias. Es la conclusión de un trabajo de investigación de la BBC que intenta descifrar las razones del comportamiento del expresidente de la Generalitat al que ha podido acceder El Pato Cojo por el método de robárselo de la mochila a Carmen Forcadell, custodia del documento.

Al parecer, el pequeño Carlos fue apedreado por el hijo de un tractorista payés mientras comía un bocadillo de Nocilla en el patio del colegio y, según testigos presenciales, entonaba el 'Cara al sol', un tema que a los diez años le gustaba mucho.

Tras el impacto, Carlos se transformó en Carles y desarrolló poderes mágicos

La pedrada le alcanzó en lo que viene a ser todo el centro de la cabeza, dejándole tirado en el suelo durante unos minutos pero, eso sí, con el almuerzo intacto. Al despertar, Carlos se volvió repentinamente Carles y empezó a contar la historia de un dragón y un catalán muy valiente que soñaba con un mundo mejor en un país nuevo.

Aunque el nuevo discurso fue interrumpido por otras dos pedradas de mayor potencia de lanzamiento, el nuevo Puigdemont había desarrollado superpoderes y pudo rematar a puerta ambos proyectiles, marcando un par de goles que aún se recuerdan en el centro escolar.

Según los investigadores, el extraño peinado del Braveheart catalán obedece al deseo de tapar agujero que le dejó la piedra primigenia, cubierto de pelo para evitar fugas de neuronas que en el primer momento hubo pero paró 30 años después. Algo que el político aprovechará para protagonizar la versión adulta de Harry Potter, en la que un mago ya cincuentón regresa a Azkabán para refundar allí una República.

Torturas con Llach

La BBC emitirá un programa especial para desvelar sus investigaciones, en compensación a otro espacio debate en el que, hace unos días, se comparóa la España de Rajoy con la Siberia de Stalin y se llegó a denunciar torturas sistemáticas a los catalanes como la difusión ininterrumpida en la radio de TV3 de discos de Lluís Llach.

Puigdemont no ha querido valorar esta noticia, y se ha limitado a llamar facha al Gobierno, recordando que al menos dos miembros del Ejecutivo tienen en casa un pastor nacionalsocialista alemán.