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Ana Boyer y Verdasco, su boda secreta y la sangrante y dolorosa lista de vetados

La hija de la Preysler se casa en menos de un mes y está ultimando los detalles. Más allá de vivir un cuento de hadas es la oportunidad perfecta para devolver ciertos desplantes.

Fernando ha conseguido convencer a Ana para casarse

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Los rumores que llevábamos manejando desde hace bastante tiempo en torno a la organización de la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco, parece que se confirman. O, al menos, así lo ha dado a entender su hermanísima Tamara Falcó.

La hija de Carlos Falcó no ha dudado en hablar –quizás un poco más de la cuenta- con esa naturalidad que la caracteriza y que tan querida la hace. Aunque, en otras ocasiones le ha costado más de un enfado con Isabel y con su hermana Ana. Tanto, que la misma Falcó reconocía que había cosas que no le contaban para que no se fuera de la lengua sin quererlo.

Y es que queda menos de un mes para que la boda Verdasco Boyer se celebre el próximo puente de diciembre en una isla del Caribe. El lugar exacto todavía se desconoce, ya que quieren salvaguardar la exclusiva que los Verdasco Boyer tienen ya pactada y que han concedido a su revista de cabecera.

Boda, invitados, posado familiar y posterior viaje de novios. Todo un completo. Aunque, como parte de ese posado familiar hay algunos, antaño cercanos, que no se encontrarán entre el reducido, y privilegiado, grupo de invitados.

Vetados

Mucho se ha hablado de que Mario Vargas Llosa, actual pareja de Isabel Preysler, no iba a ser invitado a la citada boda y se apuntaba a que las causas están en que Ana no ha superado sus diferencias con el peruano. El enamoramiento tan rápido que Isabel vivió con Mario a los pocos meses de la muerte de Miguel Boyer, le costó más de un disgusto a la benjamina de la familia.

Lo superó, lo perdonó y, sobre todo, lo niega. Pero, aunque piense de verdad que la presencia de Mario aporta un sabor agridulce a su boda, no quiere dejar de lado al que hace feliz ahora a su madre. De hecho, no es a él al que parece haber vetado de su boda, si no a los otros hijos que tuvo Miguel Boyer, Laura y Miguel.

Sí que tiene que ver con su padre, pero no con relaciones amorosas. Al parecer, y según nos ha confirmado Tamara, Ana no ha querido que ninguno de sus hermanos está presente en la boda. Las diferencias –aireadas, también- que tuvo con Laura y con Miguel a cuenta d la herencia del ex ministro de Economía, han pesado y mermado una relación que ya era de por si parca y fría.

Solo los importantes y los cercanos. Esos son los elegidos para estar en la boda de Ana y Fernando y, sobre todo, para aparecer en las páginas de la revista Hola.