¿En serio es tan difícil de entender?

¿Es tan difícil difícil de entender? ¿Por qué año tras año en el deporte nos enfrascamos en explicarle a la gente que una temporada deportiva dura exactamente eso, una temporada? ¿Por qué año tras año los mismo cazurros de siempre empiezan a cortar cabezas en octubre o noviembre? ¿Por qué hay tanta gente con la mente tan cerrada que es incapaz de contextualizar los resultados de su equipo?

Desde que dejé la adolescencia me repetí un mantra a mí mismo que me daba respuesta a todas las incógnitas del ser humano actual y que, de paso, me liberaba un poco de presión y me hacía sentir mejor ante el mundo que me rodeaba y que lamentablemente me sigue rodeando: el 80% de la gente es gilipollas.

Los típicos cuñaos que ahora tan de moda están nos rodean por todas partes

Esa debe de ser la explicación. No encuentro otra. Año tras año el mismo grupúsculo de idiotas que pululan en cualquier ámbito deportivo, llámese grada, llámese bar o llámese tuiter, nos bombardean con sus estúpidos y simples mensajes sobre lo mal que está jugando el equipo, sobre los cambios que hay que hacer, sobre lo mal que nos va a ir esta temporada como esto siga así o sobre la madre que parió a Paneque (¿pero quién cojones es Paneque?). Son los típicos cuñaos que ahora tan de moda están o esos enteraos que tan bien nos retrató El Selu en el concurso de Chirigotas de Cádiz en 2009.

¿Es tan difícil de entender que el baloncesto es un deporte que se juega durante meses pero que se gana en dos semanas? ¿Es tan difícil de entender que tiene las mismas opciones de ganar la Copa del Rey el que llega como primero que el que llega como octavo? ¿Es tan difícil de entender que, aunque facilita mucho las cosas, lo importante en la Euroliga es quedar entre los ocho primeros y que, puestos a ponernos exquisitos, tampoco hay ninguna diferencia entre ser primero o ser cuarto? ¿Es tan difícil de entender que la Liga Endesa es un bodrio durante toda la temporada y que lo único que vale es llegar en forma a partir de mayo? ¿En serio es tan difícil de entender?

¿Es tan difícil de entender que el Real Madrid este año ha tenido una plaga de lesiones brutal y que es más que evidente que no va a ofrecer su mejor versión en la primera mitad de la temporada? Es que estamos hablando de un equipo al que se le lesionan de larga duración su mejor exterior, que curiosamente además es el mejor jugador de Europa, y su mejor interior. Y resulta que mientras tanto también pierde para toda la temporada al otro interior que fichó. Y además otro de sus jugadores estrella tristemente también va ya por su segunda lesión de la temporada, y también es interior.

¿Es tan difícil de entender que no se le puede exigir a este equipo que gane absolutamente todos los partidos? ¿Es tan difícil de entender que lo lógico ha de ser planificar la temporada para hacer, como siempre (aunque algún año no lo conseguiremos y se acabará el mundo, por supuesto) un esfuerzo en febrero y ganar la Copa en Gran Canaria? ¿Es tan difícil de entender que en la Liga Endesa el año pasado el Real Madrid arrasó durante ocho meses y no la ganó porque las últimas dos semanas llegó fundido? ¿Quiere el madridista de a pie que suceda de nuevo? ¿Quiere el madridista de a pie que el Real Madrid vuelva a hacer un esfuerzo ímprobo para ganar la liga regular de la Euroliga para ver como luego le pasa por encima el quinto clasificado? ¿En serio es tan difícil de entender?

Es esa etiqueta absurda que algún listo se debió de inventar de que el Real Madrid lo tiene que ganar absolutamente todo y que para el Real Madrid no existen amistosos

Es esa etiqueta absurda que algún listo se debió de inventar de que el Real Madrid lo tiene que ganar absolutamente todo y que para el Real Madrid no existen amistosos. Mira, no. Eso es de idiotas. Las temporadas en baloncesto se planifican pensando a largo plazo. Sé que el cerebro básico de futbolero, que viene de serie con lo justito para balbucear sin atragantarse con las pipas, no procesa las evidentes diferencias entre la liga de las manos y la liga de los pies.

Y el que no entiende esto es un cebollino. Y tendremos que lidiar con él, porque el que es tonto por más que le expliques las cosas va a seguir siendo tonto y además se va a pensar que tiene razón. Y como no me voy a poner a pelear con ninguno de ellos de manera individual no me ha quedado más remedio que desahogarme aquí con vosotros. A sabiendas, claro está, de que el zoquete de turno, jamás me leerá.