Contra la corrupción, transparencia
Los españoles creen que su país está anegado por la corrupción, pero los datos objetivos no lo confirman. El antídoto existe, en forma de Ley: se llama Transparencia, y no siempre se cumple.
Con los datos en la mano, España no es un país especialmente corrupto, aunque sean muy sonoros los casos incluidos en ese epígrafe. Y la corrupción no es sistémica, pues afecta básicamente a la política y no contagia al resto de sectores o pilares del Estado. Sin embargo, su enorme difusión en los medios y la evidente magnitud de algunos de los escándalos logra que la percepción en la ciudadanía sea bien distinta: según el CIS, es siempre uno de los tres grandes problemas de España. Pero tiene solución: la transparencia.
En ese sentido, Transparencia Internacional España (TI-España) ha planteado una batería de veinte medidas para luchar contra la corrupción, con motivo del reciente Día Internacional contra la Corrupción. En un comunicado, esta organización no gubernamental ha llamado a los partidos políticos y a los grupos parlamentarios a ponerse "a la altura de los ciudadanos" y a alcanzar "un pacto integral y efectivo" contra la corrupción.
La Ley de Transparencia ya es un gran antídoto, pero debe cumplirse en todos sus apartados
De esta manera, ha instado a adquirir veinte medidas "urgentes" en esta materia entre las que destacan: la promoción de una "despolitización" de los órganos constitucionales, la reducción del número de aforados o la prohibición de conceder indultos a personas condenadas por corrupción, algo que no obstante no se ha hecho nunca en la presente legislatura.
TI-España considera también que debe reducirse "el clientelismo político", incluir en el código penal el delito por "enriquecimiento ilícito" y desarrollar un régimen específico de infracciones y sanciones en la Ley de Transparencia. Además, ha propuesto la aprobación de un reglamento de esta última ley, "todavía pendiente" desde que se publicase hace cuatro años.
Por otro lado, estima necesario que los ciudadanos se sientan "protegidos legalmente" con la redacción de una ley de protección a los denunciantes; regular los 'lobbies'; que haya más transparencia en las formaciones políticas; que se cumpla con la publicación en la plataforma de contratación del sector público; o que se elimine el sistema de libre designación de los secretarios, interventores y tesoreros de la Administración Local.
Más educación
"Los partidos políticos y grupos parlamentarios han de entender, y trabajar en aras de ello, que la solución más efectiva a medio y largo plazo es prevenir la corrupción a través de la educación de los ciudadanos", mantiene TI-España, y añade que las empresas públicas deben cumplir "unas pautas de transparencia, integridad y rendición de cuentas" a la ciudadanía.
Por último, enumera siete medidas para "aumentar la independencia" de la Fiscalía General del Estado: aprobar un código de ética de la Fiscalía; acabar con su "dependencia financiera" respecto al Ejecutivo; afrontar la "lentitud" de la Justicia; que se dé una mayor transparencia en el nombramiento de los fiscales; reformar jurídicamente la carrera fiscal; transparencia en los planes de actuación de los fiscales; y autonomía en la dotación de nuevas plazas.
En la misma línea, Julio Naranjo, Director General de la primera consultora de España especializada en Transparencia, Arpinum Consultores, asegura que España "ya tiene la herramienta, una Ley muy exigente y clara para garantizar la pulcritud de la Administración y de los cargos públicos"; pero que falta "el conocimiento y a veces la voluntad para aplicarla, sin excepción ni lagunas, en todo el ámbito público y sus aledaños, sean ayuntamientos, entes, empresas públícas, patronales o sindicatos".
Casos como los ERES, Púnica, Pujol o Gürtel hacen creer que la corrupción es total, aunque no sea cierto
Así lo ven los españoles
El 80% de los españoles denuncian que la corrupción es "generalizada" en el seno de los partidos políticos y el 74% la percibe entre los propios políticos -nacionales, regionales y locales--, los porcentajes más elevados en toda la UE, según los resultados de un Eurobarómetro publicado esta semana.
En el conjunto de la UE, el 56% de los europeos creen que la corrupción está generalizada entre los partidos políticos y el 53% así lo cree en el caso de los políticos en su país.
Después de España, franceses (76%) y portugueses (72%) son los que creen que hay más corrupción entre los partidos políticos, mientras que en el polo opuesto se sitúan los polacos (34%) y suecos (36%). Portugueses (72%) y franceses (68%) también son, junto con los españoles, los que más corrupción creen que existe entre los propios políticos. En cambio, polacos (33%) y daneses (34%) son los que menos corruptos ven a sus políticos.
El 45% y el 50% de los españoles denuncian una gran corrupción, respectivamente, entre las autoridades responsables de la concesión de contratos públicos y permisos de construcción, por encima de la media en la UE, que cae al 43% y 42% en cada caso.
En toda Europa, los españoles son los segundos que más señalan a los bancos como problema
Los españoles, además, son los segundos en Europa donde creen que más extendida ven la corrupción también en el seno de los bancos y las instituciones financieras, algo que cree el 52%, muy por encima de la media del 33% en la UE. Sólo los portugueses creen que hay más corrupción en su sistema bancario (63%) y, los que menos, finlandeses (10%) y estonios (11%).
Jueces y Policía
Por lo que se refieren al problema de la corrupción en el sistema judicial, el 23% de los europeos cree que existe una corrupción extendida entre los tribunales y el 21% en el caso de su Fiscalía General, porcentajes que entre los españoles sube al 32% en ambos casos.
Los ciudadanos de Croacia (58%) y Bulgaria (56%) son los que ven más corruptos a sus jueces y los que más corrupción denuncia en su Fiscalía General son, de nuevo, búlgaros (44%) y lituanos (42%), mientras que los que menos corrupción ven entre sus jueces y su Fiscalía General son daneses y finlandeses (5% y 6%, respectivamente, en sendos casos).
En el caso de la Policía y las autoridades aduaneras, el 31% de los europeos creen que hay un problema de corrupción extendido en estos cuerpos, porcentaje que sube hasta el 39% entre los españoles. Los que denuncian mayor corrupción en la fuerza policial son los búlgaros (72%) y los que menos daneses (9%).
Por lo que se refiere al problema de la corrupción en el sector privado, el 40% de los europeos creen que hay mucha corrupción en las empresas, nueve puntos porcentajes menos que entre los españoles. Los ciudadanos de Suecia (59%) y Países Bajos (54%) son los que ven un mayor problema de corrupción en las empresas.
Los españoles son los segundos en la UE que más creen que la corrupción ha aumentado en los últimos tres años en su país (63%), sólo por detrás de los chipriotas (68%). La media europea se queda en el 43% y el 36% de los europeos creen que el nivel de corrupción no ha variado.