Bélgica pasa ya de Puigdemont
Un sondeo de dos importantes medios confirma que los belgas ignoran o rechazan el papel de Puigdemont. La mayoría entiende al Gobierno y obvia al expresident de la Generalitat.
Bélgica se ha cansado de Puigdemont. El vecino forzoso más célebre de los últimos meses produce desinterés, tras agitar el avispero del independentismo en un país agotado por sus tensiones territoriales, históricas, que explican incluso la elección de Bruselas como capital de Europa: era una manera de elegir a una ciudad que no sentara mal en los grandes países (Francia no hubiera aceptado Berlín y Alemania tampoco París) y que, de paso, diluyera en un proyecto mayor sus conflictos identitarios.
La llegada del expresident de la Generalitat, entonces como prófugo y hoy como huésped voluntario, agitó al principio ese debate y sacó a Bruselas de la crónica anodina habitual para ubicarla en las primeras planas de toda Europa. Pero todo eso ya ha pasado y el desdén es absoluto.
Así, la mayoría de los ciudadanos belgas viven con desinterés la presencia en su país del expresidente de Cataluña y el pulso que éste mantiene con el Gobierno de Mariano Rajoy por el desafío independentista, de acuerdo a una encuesta publicada este martes por el diario 'Le Soir' y la cadena 'RTL'.
En las tres regiones
La encuesta realizada con Ipsos diferencia los resultados obtenidos en cada una de las tres regiones del país -Flandes, Valonia y Bruselas-, aunque en todas ellas la mayoría de encuestados optan por no tomar partido o por no contestar.
La expectación inicial ha dejado paso a la indiferencia incluso de los medios de comunicación
Flandes, en donde la fuerza más votada son los nacionalistas flamencos (N-VA), es la única en la que el exmandatario catalán suma más apoyos que el Gobierno español, con un estrecho margen de cinco puntos (20%-15%, respectivamente).
Con todo, una mayoría de flamencos se declara ajeno al asunto al responder un 37% que no tiene opinión sobre el asunto y un 27% considerar que no tienen razón ni una ni otra parte.
En Valonia gana la gestión del Gobierno de Rajoy (28%) frente a la agenda independentista de Puigdemont (12%), aunque también son mayoritarios los encuestados que no tienen opinión (41%) o no eligen a ninguno de los dos (19%).
Apoyo a Rajoy
Finalmente, en la región de Bruselas es donde el Gobierno cuenta con un mayor apoyo a su papel en la crisis catalana (30%), frente al 11% que suma la opción de Puigdemont. El 41% de los preguntados en Bruselas se declaran sin posición al respecto y el 18% no se posiciona a favor de ninguno de los dos.
Entre la indiferencia y el rechazo, el vecino Carles empieza la cuesta abajo de la atención pública, simbolizada en la presencia de medios en sus ruedas de prensa: de no caber un alfiler en la sala de prensa, a sobrar espacio.