Y si el Real Madrid este año no es favorito para ganar la Euroliga, ¿qué?
Yo creo, y esto es una visión absolutamente subjetiva de la realidad, que el Real Madrid de baloncesto es el mejor equipo de Europa de la presente década.
Las expectativas que te marcas ante lo que esperas de la vida son fundamentales para el cumplimiento de los objetivos finales. Si esperas demasiado, es probable que te acabes decepcionando. Si esperas poco, es probable que no estés suficientemente motivado. Es extremadamente necesario marcarte unos objetivos exigentes pero a la vez que se puedan cumplir.
El Real Madrid, como club en general, siempre se ha dicho que ha de aspirar a ganarlo absolutamente todo. Esto, por un lado, está bien, porque sirve para vender el producto de que somos el mejor club del mundo, el archicampeón de todo, el que jamás se amilana ante nadie. Pero, por otro lado, es una losa que a menudo termina por hacer demasiado daño en las espaldas de los jugadores. Algo de presión siempre es necesaria, demasiada puede matarte.
Yo creo, y esto es una visión absolutamente subjetiva de la realidad, que el Real Madrid de baloncesto es el mejor equipo de Europa de la presente década. Por tipo de juego, por calidad de los jugadores, por el espectáculo ofrecido y, en menor medida, por los títulos obtenidos. Nadie ha jugado tan bien ni ha sido tan reconocido internacionalmente como el Real Madrid desde que Pablo Laso llegó al banquillo. ¿Qué problema le ve la gente? Que no se ganan todos los títulos. Todos.
Este Madrid es una delicia de ver, año tras año consigue volver a enganchar al público, desde Llull a Doncic, pasando por Carroll o el inmortal Felipe, la magia del Chacho o la locura del Facu, pero es esta losa de la presión por ganarlo todo la que le ha hecho que no sea, en cuanto a títulos se refiere, una dinastía inigualable. Siendo simplemente un poco optimista creo que podría tener una Euroliga y dos ACB más. Fácilmente. ¿Qué sucede? Mejor dicho, ¿qué creo que sucede? Que la mochila de ser el Real Madrid y tener que ganarlo todo es un bloque de mármol que a menudo resta más que suma.
Este año, al margen de todas estas filosofadas que yo os intente explicar, resulta que tres de sus cinco mejores jugadores no están y no se sabe muy bien cuándo estarán. Y cuando estén, tampoco se sabe del todo bien en qué condiciones volverán. ¿Por qué no bajamos un poquito el listón y dejamos al cuerpo técnico, a los fisioterapeutas y a los preparadores físicos que trabajen tranquilamente? Sin agonía se trabaja mucho mejor.
A lo mejor, vete tú a saber, el equipo, con el relax de tener un puntito menos de exigencia que otros años, trabaja mejor, que no más, y resulta que vuelven a las vitrinas esos títulos que tanto anhelamos. Desde luego, este equipo es algo digno de admirar. A pesar de las bajas están líderes indiscutibles en la liga doméstica y en puestos de playoff en la Euroliga, habiendo competido todos los partidos menos uno.