La pareja más “hortera” deja locos a sus fans y Rubio estalla en un zasca letal

Hoy en día, que les voy a contar que ya no sepan por este nuestro humilde blog, los futbolistas han invertido el orden vital de antaño. Ya no nacen, crecen, triunfan en el césped, se casan con una modelo/presentadora, se reproducen, se retiran y se convierten en comentaristas deportivos.

Ahora se reproducen antes de casarse. Si se puede aspirar al equipo de fútbol completo, mejor que mejor. Y si no que le pregunten a Cristiano Ronaldo. Eso sí, Cristiano aún no quiere saber nada de campanas de boda, aunque no desechamos tal posibilidad en el futuro viendo lo visto.

Miren a Cesc Fábregas. Ya lleva un par de criaturas con Daniella Semaan y ahora es cuando va a pasar por vicaría. ¡Ya era hora!, claman algunos de sus fans. ¡Pero qué necesidad!, se lamentan otros. Lo cierto es que la pareja inició su romance en 2011 y desde entonces no se han separado y se han convertido en la pareja más almibarada del panorama cuoredeportivo internacional... y en la más “hortera”, según se ha rumoreado en algunos malévolos foros que se dedican a sacar punta a las fotos que suelen compartir en redes y que se han convertido en un fenómeno viral no pocas veces.

Otros que se han reproducido antes de casarse han sido Sergio Ramos y Pilar Rubio... y ya van por la tercera vez. Precisamente de embarazos va la vaina en los últimos días. A la presentadora, que haga lo que haga despierta un aluvión de loas y críticas al alimón, le han salido no pocos haters que critican que luzca modelos tan exuberantes y ajustados a cuatro meses de volver a dar a luz.

Sea envidia, sea tiña, o las dos cosas al mismo tiempo lo que sí es verdad es que Rubio ya está harta y ha metido un buen “zasca” a todos los que la machacan por lucir los estilismos que le salgan de la... barriga.

Pilar aprovechó un acto promocional en Madrid para cerrar la boca a todos sus “odiadores” (que diría la RAE) asegurando que los ajustados vestidos que luce son elásticos: “Te cabe esa barriga y otra más grande, no pasa nada. Son ajustados para eso, para que quepan todas las mujeres con todas las formas del mundo”.

No solo eso, sino que defendió el estilo de cada persona sin necesidad de tener que dar explicaciones al respetable que, como diría Paulo Coehlo, siempre sabe cómo vivir tu vida, pero no sabe cómo vivir la suya: “¿Por estar embarazada tienes que ir como un saco de patatas? No, eso no queda bien”. Y culminó rotunda: “Me gusta llevar vestidos ajustados y lo haré siempre. No es una cuestión de sentirse sexy, es mi estilo y me gusta”. Pues eso, ande yo caliente...