El perfil de la mujer de El Chicle

Con el máximo respeto a las investigaciones pero como profesionales intentamos hacer un boceto o entender el comportamiento y las motivaciones de la mujer del supuesto asesino de Diana Quer.

Cada pareja tiene su código y las circunstancias llevan a la continuidad de una relación. Puede pasar desde la ignorancia, el no querer ver y ponerse una venda en los ojos, el consentir y dejar pasar, el cooperar, ser de la misma tribu ideológica y conductual o también la toxicidad o la presión de todo un entorno cercano.

Observando el entorno de los clanes de tráfico de drogas con ajustes de cuentas, amenazas, agresiones … es muy comprensible la enorme presión acaso por proteger a una hija. Extraño que Rosario Rodríguez, esposa de El Chicle, no apoyase a su hermana cuando denunció una violación del marido de la primera, al parecer más allá de tocamientos pues incluyó penetración.

Miedo o frialdad

Demuestra o presión o una frialdad absoluta. En algunas familias todavía existe esa concepción del pasado de la ocultación de algunos hechos por vergüenza de toda una familia ante la sociedad, obviando el sufrimiento o daño de la agredida.

Extraño que la esposa de El Chicle no apoyase a su hermana cuando denunció una violación del marido

Ha causado impacto a su vez la frialdad se dice demostró Rosario durante cinco horas de interrogatorio, sin inmutarse ante las preguntas sobre un hecho gravísimo y monstruoso llevado a cabo por su pareja y padre de su hija. Incluso dicen con respuestas nada afortunadas cuando se está hablando de un crimen.

Ha mentido antes y ahora ha cambiado la coartada ante los innumerables indicios relacionados con la desaparición de Diana. Por supuesto, era conocedora de los robos de gasoil y trapicheos de su marido. Sus amigos sabían era una relación de pareja atípica porque Abuín se iba de fiesta sin su esposa y no volvía en varios días.

En las víctimas de Abuín había un rasgo común y era su juventud y seguramente en todas sus agresiones se daba una ritualización. En todas estas conductas perversas hay otro rasgo y es la apatía con la pareja. Su arrepentimiento es simulado, de cara a un fin. Necesitan a una familia como escudo protector aunque a veces no pueda sentir ese sentimiento normal y respeto a una pareja.

Tapadera

Algunos me comentaban como tapadera a sus fechorías. Por eso se derrumbó y descubrió la verdad. Se vio acorralado y sin salida. Quizás en el momento en que Rosario asumió la realidad se libró quizás de miedos y presiones de su pareja y entorno.

A veces se tiene más en cuenta una seguridad material en la permanencia con la pareja que el auténtico sentimiento e intimidad. Y porque hay una menor que no tiene culpa de nada y necesita mucha ayuda y protección.Pero hay una evidencia y es que en la mayoría de las ocasiones se conoce a la pareja y sus desequilibrios aunque uno se niegue a reconocerlo o se vea encerrada e imposibilitada de salir de un círculo cerrado que es su propio entorno más íntimo.