La herencia de los 'Rato'
No quedaba más remedio, tal vez, pero la cuenta es inmensa: 120.000 millones de euros. La comparecencia de Rato resucita uno de los episodios más negros de la crisis económica en España.
El exvicepresidente del Gobierno, director general del FMI y presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, ha comparecido hoy en el Congreso para explicar la crisis de la entidad que encabezó y, de paso, ajustar cuentas con su partido, con el Banco de España y con el ministro de Economía, Luis de Guindos.
El otrora todopoderoso Rato simboliza, de algún modo, el cataclismo de las Cajas de Ahorro, ese hogar de políticos, sindicalistas y dirigentes sociales o de patronales que explica buena parte de la crisis económica española y de la desconfianza ciudadana en las instituciones. Aunque al sucesor del fallecido Blesa se le imputa la caída de la entidad, ésta es imposible de entender sin abrir el foco a otras responsabilidades institucionales imprescindibles para contextualizar el problema y darle la dimensión que tuvo. No fue un comportamiento aislado ni afectó a una caja en solitario. Ésta es la historia con sus consecuencias.
El coste
La cifra del rescate bancario en España es espeluznante: aunque el coste directo en evitar el desplome de las cajas de ahorro fue de unos 41.000 millones de euros, la factura total sumando todos los conceptos ronda los 120.000 millones de euros, según datos oficiales del propio Tribunal de Cuentas.
La factura real del rescate triplica el gasto educativo anual de toda España
Las inyecciones en capital, avales, operaciones financieras y adquisición de activos tóxicos inmobiliarios de distintas entidades bancarias a través del Sareb o 'banco malo' explican una cuenta tan desmedida, equivalente a dos tercios del gasto público anual de España en un año.
En deuda
Y el epicentro de toda esa marea financiera negra es el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que acaba de presentar su balance para confirmar la magnitud de la herida: registró, nada menos, unas pérdidas de 1.693 millones de euros en el ejercicio 2016, un 11% más que en 2015, después de anotarse un impacto negativo de 1.390 millones de euros por la disminución del valor de sus participaciones en BFA, matriz de Bankia, y Banco Mare Nostrum (BMN).
Concretamente, el FROB contaba a cierre de 2016 con un activo de 14.354 millones de euros, un pasivo de 15.963 millones de euros y un patrimonio neto negativo de 1.609 millones de euros.
En relación con BMN, de cuyo capital el FROB posee el 65%, este organismo registró en el pasado ejercicio un deterioro de 916 millones de euros. Este impacto negativo tiene su origen en la comparación del importe registrado en las cuentas del FROB al cierre del ejercicio anterior con el "valor razonable" de la entidad obtenido del proyecto de fusión de BMN y Bankia, que valora el patrimonio neto de la primera en 825 millones de euros, según ha explicado el organismo.
Deterioro millonario
Además, el Fondo que preside Jaime Ponce registró un impacto negativo de 474 millones de euros por la disminución del valor de su participación en BFA como consecuencia de la reducción del saldo de las plusvalías en las carteras de renta fija del grupo, informa EP.
Por otra parte, el FROB registró en 2016, último ejercicio conocido al completo, un deterioro de 155 millones de euros por su participación en Sareb, el conocido como 'banco malo'. Este impacto negativo surge de la comparación de la participación del FROB en el capital de Sareb resultante de las operaciones de reducción de capital para compensar pérdidas y de conversión de parte de la deuda subordinada realizadas por la empresa en mayo de 2016 con el valor actual de la previsión de flujos de efectivo futuros obtenidos del plan de negocio aprobado por la compañía.
El Estado cuenta con recuperar una parte, pero no será fácil que alcance ni el 25% de lo gastado
Finalmente, el FROB ha informado de que ha acordado una conversión del préstamo concedido por el Estado por 3.000 millones de euros que ha dado lugar a un saldo vivo de 10.456 millones de euros. De esta forma, se reduce el pasivo del FROB y aumenta la partida de fondo patrimonial por este mismo importe, con lo que el saldo del patrimonio neto del FROB ascenderá a un importe positivo de 1.391 millones de euros tras la aprobación de estas cuentas.
Según ha aclarado el FROB, esta conversión no supone una inyección de nuevos fondos al organismo, no afecta a la capacidad del Estado para recuperar las ayudas públicas concedidas y no tiene impacto en el déficit ni en la deuda pública.
16.000 millones
El resumen no puede ser más inquietante: los recursos públicos comprometidos -no significa lo mismo que gastados, simplemente se habilita la disponibilidad- triplican el gasto educativo nacional cada ejercicio (en torno a los 45.000 millones de euros) y la posibilidad de recuperarlos en su totalidad es remota.
A juicio de Julio Naranjo, socio director general de la consultora especializada en Transparencia Arpinum Asociados, "urge aplicar el mayor nivel de transparencia en este capítulo, pues a la complejidad técnica y la dimensión financiera se le añade un sinfin de entidades, instituciones y organismos implicados en el rescate que no facilitan nada conocer, con sencillez y de manera concentrada, todos los costes reales de esta enorme operación".
De los 64.000 millones de euros dedicados de manera directa a rescate bancario, según datos del Banco de España, sólo se cuenta con reintegrar a las arcas públicas unos 16.000 millones de euros, un 25% del esfuerzo realizado.
La entidad financiera que más coste público ha representado hasta ahora es Catalunya Caixa, presidida en la época por Narcís Serra, con unos recursos de 12.676 millones. Le sigue Bankia, con 12.347 millones, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) con 11.065 y Novagalicia, con 9.159.