Guam, el ring español de Trump
La pequeña isla del Pacífico, que fue española durante tres siglos y medio, es hoy norteamericana y el penúltimo objetivo de las amenazas de Corea del Norte.
Las autoridades de Corea del Norte han declarado desde hace meses que están "examinando cuidadosamente" un posible plan para atacar con misiles el territorio estadounidense de la isla de Guam, situada en el océano Pacífico. Y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha tardado en dar la réplica desde Washington advirtiendo que responderá con "fuego y furia" a cualquier amenaza por parte del régimen de Kim Jong Un. "Mi botón es más grande que el suyo", dijo en referencia a su potencial nuclear.
La huella española en Guam aún es apreciable, destacando el catolicismo y la lengua como las dos herencias tras tres siglos
¿Y qué tiene esta diminuta isla, en la que comenzó en 2017 la tensión hoy vigente, del tamaño de Ibiza y con algo más de 150.000 habitantes en mitad de los inmensos mares del Sur para convertirse en otro potencial casus belli dentro de la renovada escalada belicista entre ambos países? Pues, por encima de todo, una posición geográfica privilegiada que fue explotada durante más de tres siglos por la corona española.
Una parada en la vuelta al mundo
En el curso de su viaje de circunnavegación, el navegante Fernando de Magalles descubrió la isla de Guam en el mes de marzo de 1521. Pero la estancia de los marinos españoles fue corta, lo suficiente solo para aprovisionarse de agua fresca y víveres y seguir su singladura para rodear el globo. Fue el 22 de enero de 1565 cuando Miguel López de Lagazpi la incorporó, como parte del archipiélago del que forma parte, a los territorios de la corona española.
Del “lago español” al desastre del 98
Durante los 330 años siguientes, Guam se convirtió en el principal puerto de escala para los galeones que, dentro de la ruta comercial de las especias cruzaban el Pacífico, dos veces al año, entre Manila, en las islas Filipinas, y los puertos de Nueva España, México en la actualidad. En aquella edad de oro del imperio, el océano llegó a ser conocido como el “lago español”.
Curiosamente, aquel remoto territorio fue una de las últimas propiedades del imperio español en su decadencia, pues se perdió en el mismo golpe final de la guerra hispano-norteamericano con el que cayeron Cuba y Filipinas. Así, el 21 de junio de 1898, el crucero estadounidense Charleston se apoderó de la isla, después de que el reducido y escasamente armado destacamento español enseñara la bandera blanca.
Aquel remoto territorio fue una de las últimas propiedades del imperio español; se perdió a la vez que Cuba y Filipinas
La isla de Eddie Calvo
La huella española en Guam aún es apreciable en nuestros días, destacando sobre todo el catolicismo y la lengua como las dos principales herencias tras tres siglos largos de presencia. Aunque en la isla no se habla español el idioma local, el chamorro, es considerado también como "español-austronesio" pues son muchos los vocablos españoles incorporados a la lengua nativa. Por lo demás, como ocurre en Filipinas, los nombres españoles han sido en gran medida incorporados por los nativos. Sin ir más lejos, su actual gobernador se llama Eddie Calvo Baza, que tomó el testigo de Félix Pérez Camacho, los dos cien por cien guameños.
A tres horas de avión
Situada a algo menos de 5.000 kilómetros de Hawaii, desde Guam se tiene acceso relativamente rápido a las zonas neurálgicas de la costa occidental Pacífico: está a menos de tres horas de vuelo, y a dos días por barco de la península de Corea, Japón, Taiwan, Filipinas o Indonesia. La isla forma parte del archipiélago de las islas Marianas y éstas, a su vez, de los Estados Federados de Micronesia, en Oceanía; y es un territorio bajo soberanía de EE.UU. desde la mencionada guerra con España en 1898.
La base americana
Como corresponde a su posición estratégica, Guam acoge una poderosa base militar estadounidense. Acuartelamientos y guarniciones de la Armada y la Fuerza Aérea, un depósito de municiones, una estación de telecomunicaciones y ordenadores, una unidad de la Guardia Costera y una base aérea son sus elementos principales.
Se radica allí, asimismo, una de las cinco bases en las que EE.UU. ha desplegado aviones no tripulados RQ-4B Global Hawk de inteligencia, reconocimiento y vigilancia para realizar misiones en los países potencialmente enemigos. No es de extrañar, en definitiva, que Kim Jong Un ponga apuntando sus misiles hacia la vieja excolonia española, y Trump esté dispuesta a defenderla con “furia y fuego”.