Los españoles premian con su consumo a Freixenet y su oposición a Puigdemont
La marca de cava más contraria al procés logra el respaldo del consumidor y cierra el año con beneficios. Su dueño ya es un emblema de la lucha para frenar al independentismo catalán.
Jenner y Darín, en el último anuncio de la marca
Seguramente el presidente de Freixenet ha sido, durante años, el empresario catalán que de una manera más contundente y pública se ha opuesto al independentismo. Un año su anunció navideño, tan esperado casi como el de la Lotería, brindaba por la unidad al grito de "Por otros cien años juntos". Y otros, ya de forma más directa, José Luis Bonet irrumpía en escena para anunciar que se marcharía de Cataluña y atizar sin compasión al soberanismo.
Bonet ha sido un martillo contra el soberanismo y Freixenet un emblema de la resistencia
Y tal vez esa actitud, que luego han seguido más de 3.000 empresas catalanas en el éxodo pero que en su momento muy pocos se atrevían a asumir, explica la buena situación económica de la compañía, que ha cerrado ejercicio con unas cuentas muy saneadas y unos beneficios notables: frente a esa acusación del boicot global a los productos catalanes, los resultados de la firma más burbujeante indican que los españoles compran productos con esa Denominación de Origen con ganas cuando no van asociados al separatismo.
Y es que Freixenet registró un beneficio neto de 8,4 millones de euros en su último ejercicio fiscal, que cerró en abril de 2017, mientras que el resultado antes de impuestos se situó en 12,3 millones, según la información obtenida por EP de la multinacional del cava.
Más de 3.000 empresas se ha ido de Cataluña. Freixenet resiste, pero se opone como pocas al procés
La compañía obtuvo una facturación de 535,1 millones de euros, de los que el 79,6% los aportó el negocio internacional, como publica este martes 'Expansión'. Del total de ventas, 343,6 millones corresponden a los ingresos generados por las filiales del grupo en España, mientras 191,5 millones proceden de las bodegas ubicadas en mercados exteriores, como Estados Unidos, México, Australia, Francia y Chile.
Casi 2000 empleados
A nivel mundial, la compañía comercializó un total de 172,3 millones de botellas, y a cierre del ejercicio tenía inmovilizadas en sus cavas en periodo de crianza un total de 139,1 millones de botellas.
El grupo, presidido por Josep Lluís Bonet, emplea a 1.847 trabajadores, de los que 1.172 tienen su empleo en España -991 en la sede de Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona)- y el resto, 675, son empleados en el extranjero.
La opinión de los ciudadanos
Mientras, en Cataluña, el 47% de los ciudadanos afirma estar muy en desacuerdo con el cambio de sede social o fiscal, frente a un 38,3% que sí lo aprueba, perdiendo estas compañías hasta 8,4 puntos en su reputación para el conjunto catalán. De hecho, las empresas que se han movido ven disminuida un 9,6% la confianza entre los catalanes y un 9% la intención de compra en la región. Por su parte, la reputación de las empresas que han optado por no cambiar su sede se mantiene estable para los catalanes.
En 2017, un total de casi 3.000 compañías han decidido trasladar sus domicilios sociales, según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España. En el estudio se analizan 41 compañías catalanas o con gran vinculación con la región, entre las que figuran Abertis, Caixabank, Danone, Freixenet, Gas Natural Fenosa, Bimbo, Seat o Volkswagen, entre otras.
Los responsables del documento han explicado que hay una fuerte correlación entre la reputación y el comportamiento de los consumidores, ya que empeorar en cinco puntos la reputación disminuye la intención de compra. Así, las empresas que han movido su sede fuera de Cataluña han aumentado un 3,2% su atractivo como inversión en el resto de España, mientras que las empresas que han mantenido su sede en Cataluña han disminuido un 3,4% la confianza y un 3,2% la intención de compra en el resto de España.
La reputación de estas compañías que han permanecido en Cataluña se ha visto dañada a nivel nacional, salvo en Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana, según ha apuntado el director de Consultoría de Reputation Institute, Yeray Carretero. Los 'millennials' son los más críticos con las empresas catalanas, habiendo caído su reputación 4,2% puntos durante el pasado año, según el estudio. Freixenet se libra de todo año y puede brindar en paz.