Por qué el vídeo de la Junta de Andalucía sobre los piropos es un error
Presentar al hombre como un animal es una barbaridad. Y confundir el halago con la persecución de un psicótico, un exceso. La psicóloga del periódico da las claves para demostrarlo.
Además de como persona, mi opinión es como profesional conocedora por experiencia de las motivaciones que llevan a la resolución de un problema o conflicto. Y una de esos motivos es la positividad de un halago o piropo.
En la terapia relacional que he utilizado en mujeres con síndrome de Estocolmo les he hecho ver que aquel que la humillaba e infravaloraba y no le veía valores, no era el único comportamiento posible. Había muchas relaciones basadas en el amor y el respeto en las cuales los halagos y piropos de otras personas sí les ayudaban en subir esa autoestima a ras de suelo.
A raíz de un vídeo de la Junta de Andalucía que recrea más bien las alucinaciones y delirios de persecución de un psicótico, comparando al hombre con el animal, se genera temor y vuelta atrás en estas mujeres.
La paranoia de esa campaña ilógica e irrespetuosa hacia el hombre y que dista años luz de la igualdad, etiqueta de la que tanto presumen en Consejerías y Directorios, crea paranoia en mujeres, miedos irreales, angustias y fobias similares a quien sufre un síndrome postraumático.
¿Hombres animales?
Uno se cuestiona si el dinero empleado en la prevención del maltrato está bien destinado en este tipo de vídeos. Hasta los animalistas piden su retirada y ahí coincido totalmente con ellos. El humano es humano y el animal es animal. Hombres con caretas representando a distintos animales transmiten la ética y personalidad de quien realizó dicho trabajo.
El cartel de prevención del acoso refleja a un niño atacando a una niña desde edades tempranas, esto en la Comunidad de Madrid. El acoso puede ser también de niñas a niños. Jamás olvidaré, porque he sido testigo, el suicidio de un joven acosado por mujeres de su entorno por ser homosexual.
Ese vídeo recrea más bien los delirios de persecución de un psicótico, comparando al hombre con el animal
Seamos justos y respetemos los derechos de la Constitución, que corresponden a hombre y mujer y no adoctrinemos según los dogmas de una parte del pseudofeminismo actual. Nunca los políticos pueden enseñar cuando no quieren ser enseñados, cuando su narcisismo les impide reconocer un error.
Cuando no se respeta a la mayoría sino a una minoría y se hace algo sin cuestionar los pros y los contras, se demuestra una nula empatía hacia el resto. Los otros también existen y merecen respeto. Recuerdo el refrán de que a la zorra no le gustan las uvas porque jamás las alcanzará.
He comprobado que a muchas de estas feministas que están obsesionadas con que en la calle, metro y autobús se les tocara el trasero; nunca les ha pasado algo así de desagradable. Acaso sea una fantasía reprimida, un deseo o un acto de rabia. Y no es ataque, lo he comprobado en quien decía le habían acosado en el ascensor cuando iba sola . ¿ A dónde queremos llegar cuando convertimos la patología en realidad?
Dañar a la sociedad
Los gobernantes que esto permiten y fomentan están haciendo un grave daño a la sociedad . Lo peor, cobrando por ello. En estos mismo días, una joven dejó a su bebé dentro de un coche para irse de copas a bailar . No es un hombre y un menor necesita protección. Déjense de cuentos e ideologías que estamos ante un grave problema en el que todos estamos inmersos, pero para erradicarlo, no para fomentarlo.
Y la resolución de complejos en la vida personal y en la consulta de salud mental pero nunca, nunca dañando a toda una sociedad y destruyendo la educación y prevención desde sus cimientos .Sentidiño, como se dice en Galicia.