Tiene que haber Copa del Rey
El destino ha querido darme una posición privilegiada y, ante un conflicto como el presente entre ABP y ACB, he podido hablar largo y tendido con ambas partes. Les contamos algunas claves...
No quisiera concederme más importancia de la que tengo, ya que hasta Zapatero fue observador internacional en Venezuela. Pero el destino ha querido darme una posición privilegiada y, ante un conflicto como el presente entre ABP y ACB, he podido hablar largo y tendido con ambas partes. ¿Por qué? Ni idea. Si yo soy parte de la solución, ¡imaginaos cómo será el problema! El tema es que pulsando un poco el sentir generalizado del ambiente llegas a la conclusión de un par de aspectos: uno, no se está informando bien, ni en cantidad ni en calidad; dos, a la gente le da igual la guerra, solo quieren que se juegue la Copa del Rey en Gran Canaria. Por la Copa matan. Ma-tan.
Mi autoproclamada condición de persona progresista, del pueblo llano, me hace estar, en cualquier guerra trabajador versus patronal, del lado del currela. Y en este caso, aunque un deportista profesional no sea el prototipo de trabajador que todos tenemos en mente, cumple este papel, ergo lo es con todas las consecuencias, es decir, con sus derechos y sus libertades.
Y, para empezar, habrá que decir que es totalmente legítimo que puedan plantear una huelga en la fecha que ellos consideren. Es más, las huelgas, por definición, buscan hacer el mayor ruido posible y ocasionar los mayores problemas posibles dentro de la legalidad. Si no fuera así, los ajenos al conflicto no terminarían de ser conscientes de la importancia de la labor que realizan. En este caso concreto, un paro de los jugadores en la Copa del Rey es un absoluto desastre para unos cuantos miles de aficionados. Un desastre económico y un desastre casi social. Y un estoque muy dañino para una ACB que lo último que necesita es mala publicidad.
Ahora bien, me niego a ser yo un actor protagonista de esta historia y tener que mojarme por los jugadores. Yo simplemente quiero dar mi opinión como observador, pero esta guerra no me pertenece. Yo tengo mi trabajo que nada tiene que ver con el baloncesto y he luchado, lucho y lucharé por mis derechos; me he mojado mucho y me he metido en todos los berenjenales que he creído necesario por defender lo que creo que es justo.
En este sentido, los jugadores tienen que dar un paso al frente. Hasta ahora Alfonso Reyes, presidente de la ABP, que se está comiendo todo el marrón mediático, nos ha dicho que la inmensa mayoría están con él y con la decisión tomada. Perfecto, os juro que le creo. Pero también creo que este mensaje tendría más fuerza si todos esos jugadores con potencia mediática que ahora se nos vienen a la cabeza dieran de verdad la cara. ¿Por qué hay tanto miedo a mojarse? ¿Que se puede perder? Sin jugadores no hay Liga y eso creo que lo tienen claro en la ACB. ¿Lo tienen claro los jugadores?
Está bien que quieran ir todos a una y que si notan el más mínimo atisbo de duda no quieran mostrar sentimientos contrapuestos que puedan originar un conflicto aún mayor. Lo que está claro es que la ABP no se lanza a la piscina si no hay agua. Pero yo quiero oír el chapoteo de ese agua. Y con las mismas digo justo lo contrario, si no están a favor también sería interesante que lo dejaran claro. Creo que esto sería muy importante de cara a la solución del problema y a la imagen que se está proyectando al exterior. El aficionado del Barcelona querrá escuchar a Navarro, Ribas y Oriola; el del Valencia a San Emeterio, Rafa Martínez y Sastre; el del Madrid a Felipe, Rudy y Llull. Y así sucesivamente. Ellos tienen la llave. Que la metan, igual que hacen en el campo.
Fondo Social
El Fondo Social del que tanto se habla es importante, más de lo lo que la gente pueda imaginar. Lo que se nos viene a todos a la cabeza es que deberían ser los jugadores los que pagaran la cuota del sindicato igual que hacemos todos los demás en nuestros trabajos, ¿verdad? La diferencia radica en que no son trabajadores normales de una empresa normal en tanto en cuanto su estabilidad es más bien efímera, teniendo una renovación de personal muy elevada temporada tras temporada.
El Fondo Social garantiza la supervivencia de la ABP. Y sé que en 2018, donde las palabras relacionadas con la lucha obrera se han ido prostituyendo, da hasta miedo apoyar a un sindicato. Pero no, los sindicatos son muy importantes. Más, son absolutamente imprescindibles. Y en esto no debería haber dudas seas de la ideología que seas.
Sentaos, hablad y no os levantéis hasta que haya Copa. Y si para que haya Copa es necesario que haya unas cuantas copas en la mesa, que las haya
Una huelga de este estilo es un órdago a la grande. Pero es que los jugadores tienen tres reyes y son mano. Suena egoísta y así lamentablemente tiene que ser, pero los jugadores deben pensar en ellos mismos. Si creen de verdad que están luchando por lo que es correcto, adelante. Pero que lo digan. Y la ACB tiene que calibrar el problema y ajustar la solución. ¿Sería un drama ceder a las pretensiones de la ABP? ¿Se podría, al menos, hacer un esfuerzo extra por permitir que la Copa se juegue y proseguir después con las negociaciones? Yo creo que sí. Si hablas con unos y otros da la impresión de que las posturas son lejanas e irreconciliables.
Pero realmente la solución es bien sencilla, mucho más de lo que creemos. Sentaos, hablad tranquilamente y no os levantéis hasta que haya Copa. Y si para que haya Copa es necesario que haya unas cuantas copas en la mesa, que las haya. Yo las pongo si hace falta.
Porque hay una cosa en la que estamos todos de acuerdo, jugadores, prensa, aficionados, sindicatos, patrocinadores y organizadores: que no se juegue la Copa del Rey es un absoluto desastre. Perdemos todos. Todos. ACB pierde. ABP pierde. Aficionados pierden. Patrocinadores pierden. Y, por supuesto, Ante Tomic pierde. Lo siento, tenía que colar un chistecito.
Y yo pierdo, que tengo los billetes cogidos desde hace meses. Al menos, si todo esto va para adelante, que se resucite la Copa Forera y que nos dejen el pabellón, que hace ya muchos años desde la última vez que defendí los colores del Power Rangers Valencia.