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Pillados: el tinglado de Paula Echevarría y el futbolista Miguel Torres escama

Sólo Paula podía poner patas arriba el inflexible concepto de la WAG común y corriente del maravilloso mundo del fútbol. Ya lo dijo ella: ni machismo, ni feminismo, sino todo lo contrario.

Paula Echevarría ha conseguido darle la vuelta al concepto Wag tradicional.

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No es la primera vez que al futbolista Miguel Torres le relacionan con alguna famosa del corazoneo nacional, pero sin duda es la vez que le puede propulsar a los altares mediáticos más cotizados. De salir con Paula Echevarría a convertirse en uno de los más cotizados en los photocalls y hasta comercializar tu propia colonia con tu nombre hay solo un paso.

Para que luego digan que son las modelos y televisivas que salen con los futbolistas de Primera División las que logran aumentar su caché mediático y el volumen de titulares que protagonizan por sus relaciones sentimentales. En este caso puede darse exactamente la versión contraria. Ya lo dijo la propia Paula con no poca polémica en su día, ni machista, ni feminista, sino todo lo contrario...

El caso es que en esta lucha hacia el estrellato de las parejas cuoredeportivas en esta ocasión casi se podría decir que el Wag es él y que la que marca los tiempos con la prensa y los titulares es ella. Aunque bueno, eso ya lo hacía Victoria Beckham cuando David era el futbolista de la relación.

El caso es que los dos parecen estar a la misma, Paula y Miguel, Miguel y Paula. Aún no se sabe muy bien si porque se quieren más que la trucha al trucho, si por interés mediático, si por dar celos a Bustamante o por qué... pero se dice, se rumorea, se comenta, que la última “pillada acaramelada” entrando y saliendo juntos del Hotel Villamagna que les hicieron los paparazzi no fue tan espontánea como pudiera parecer a simple vista.

Las fotos de marras que publicó la revista Corazón TVE han dado mucho que hablar. Tanto es así que después de mucho runrún el paparazzi Jordi Martín explicó en Cazamariposas que la pareja “quería ser pillada” y por eso no tomó medidas para evitar a la prensa.

Todo lo contrario. Echevarría suele hacer muchas maniobras para evitar a los fotógrafos y ese día no sólo prefirió no hacerlas sino, sabiendo que la siguen más que nunca, aparca el coche en la puerta del hotel y entran y salen por la puerta principal.

Claro que no fue la única que se aseguró de que los reporteros les cazarían. El futbolista del Málaga parece ser que también se encargó de ellos "compartiendo" con sus compañeros de equipo información relevante antes de "marcharse corriendo al AVE que he quedado con Paula".