Colau pide un yihadismo más "empático"
La alcaldesa prosigue su cruzada a favor de la empatía y, tras aleccionar al Rey, sugiere medidas a los muyahidines para aplicar una Yihad más humanitaria.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, respeta la Yihad, pero pide a los fundamentalistas que la apliquen con un espíritu "más conciliador y empático". La regidora de la Ciudad Condal utilizó las mismas palabras que le dirigió al Rey Felipe tras la defensa que éste hizo de la Constitución y del Estatut catalán y que provocó el plantón a la recepción oficial del Monarca con motivo del Mobile World Congress.
Colau, sin embargo, se negó a confirmar si en la conversación con el Rey éste le dedicó más tiempo a podar un geranio presente en la habitación que a ella, aunque sí reconoció que Felipe VI no se ofreció a acompañarla al baile de graduación que, como cada año, celebra la dirigente con sus compañeros de promoción del selecto grupo con más suspensos en todo el Ampurdán.
Propuestas empáticas
Preguntada por cómo podría optarse por un yihadismo conciliador, Colau sugirió que los atentados podrían hacerse fuera de la hora de trabajo siempre y cuando ésta se redujera en dos horas diarias, al menos en la Administración Pública.
Un muyahidín, practicando la empatía
Colau cree que el separatismo sí es conciliador y que, por ejemplo, insulta igual a hombres y mujeres
"Y no les cuesta nada empatizar con la gente mirándolA a los ojos antes de detonar un cinturón con explosivos y decirles que lo sienten mucho, pero que así está el tema". Cuestionada sobre la empatía del independentismo, Colau le liberó de cualquier obligación "porque ya asumen muchas".
La alcaldesa dijo que el secesionismo es "conciliador" desde el primer momento, y puso como ejemplo el uso de insultos similares para policías nacionales o guardias civiles con independencia de su sexo. "Conciliar también es tratar por igual a hombres y mujeres, y empatizar es desearle lo mismo a los dos: que se vayan a tomar por el culo, pero empáticamente".
Un INEM no empático
Colau no cree que la fuga de empresas, el apedreamiento de autobuses turísticos, las dudas del Mobile o su afinidad con los okupas vaya a pasarle factura a Barcelona, y dudó de los datos de desempleo conocidos en los últimos meses, peores que los del resto de España. "El INEM tampoco empatiza, pero yo sí voy a conciliar los cuatro dedos que bajo con el único que subo para dedicaros a todos una empática peineta".
Finalmente, inquirida si le parece normal mantener un salario de 80.000 euros pese a la crisis económica de su ciudad, respondió que los amaneceres son muy bonitos en Finlandia y que, no obstante, le encanta el sonido de los estorninos.