Ser bilingüe y no desfallecer: el caso de los niños que sólo quieren un idioma
El bilingüísmo es fundamental para competir en Europa. Pero no todos lo quieren en el colegio. O simplemente no pueden: es el caso, muy desconocido, de los niños con necesidades especiales.
El modelo educativo bilingüe, cada vez más extendido en el sistema educativo español, ofrece al estudiante tipo una oportunidad irrechazable de competir algún día con sus homólogos europeos en igualdad de oportunidades, superando la tradicional brecha española en el ámbito de los idiomas.
Pero también genera problemas al alumnado con necesidades educativas o con discapacidad: las familias denuncian que cada vez tienen menos opciones para matricular a sus hijos en otro tipo de centros de la red pública o concertada.
Así lo refleja un estudio de Fundación ONCE e Ilunion 'Enseñanza bilingüe (español-inglés) y alumnado con discapacidad: Nuevas barreras y desafíos de inclusión', al que ha tenido acceso Europa Press, que pone en cuestión este modelo, en el que entre el 30% y el 50% de las horas lectivas que se imparten en otro idioma, y alerta de que no es adecuado para todos los alumnos tal y como está implantado.
Los dos idiomas, como mínimo, son cruciales para competir en Europa. Pero para algunos, es misión imposible
Este trabajo, que incluye una encuesta a usuarios de este sistema, propuestas y entrevistas a una docena de expertos del mundo académico, del sector de la discapacidad y de la Administración, tiene como objetivo dar soporte a las familias y alumnos con necesidades educativas que acuden a estos centros y evitar que salgan del sistema ordinario -en el que está matriculado el 80%- y vuelvan a la educación especial.
"Yo quiero para mis hijos lo mismo que Rajoy para los alumnos en Cataluña: Que estudien en español, pero en Madrid", afirma Alberto, padre de cuatro niños adoptados de Rusia, que tienen dificultades de aprendizaje -dos de ellos con discapacidad intelectual-, y para los que no hay oferta monolingüe, pese a vivir en un municipio de más de 50.000 habitantes de la Comunidad de Madrid.
Según cuenta, en general, los niños adoptados llegan a España con dos o tres años, sin estimulación temprana y sin hablar, "ni siquiera en su lengua materna", debido a la situación de desatención en esta primera infancia. En muchos casos, como le ocurre a sus hijos, son diagnosticados con síndrome alcohólico fetal, como consecuencia del consumo de alcohol por la madre biológica durante la gestación.
Un aula al menos
"Con ellos, hay que empezar desde cero", sostiene Alberto, que explica que el principal problema se presenta cuando hay que escolarizar a los niños y no hay oferta no bilingüe ni en la red pública ni en la concertada y cuando el único centro de estas características sólo lo encuentra a 10 kilómetros de casa, en otro municipio, pero sin plazas libres, y menos para sus hijos con dificultades de aprendizaje. "Nos penalizan por todo", apostilla.
Este es uno de los cientos de casos a los que pretende dar respuesta la Fundación ONCE con este informe, que analiza la red educativa de tres comunidades autónomas: Andalucía, Asturias y Madrid. Esta última es pionera en la implantación del bilingüismo en sus aulas en 2004 y cuenta ya con más de 700 centros, el 46% de la oferta educativa total, y más de 30 municipios con todos sus colegios e institutos bilingües.
"No nos oponemos"
Según explica el director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE, Jesús Hernández, esta organización no está en contra del bilingüisimo, sino que busca herramientas para que estos alumnos accedan a la educación en igualdad de condiciones que el resto. "Hay alumnos que de partida tienen graves problemas para entender la lengua materna", alerta.
"Abordamos este tema desde el ámbito de la inclusión", apunta Mónica Rodríguez, una de las responsables de la investigación, que sostiene que la proliferación de estos centros ha restado capacidad a las familias para elegir el colegio más adecuado para sus hijos e insiste en que los alumnos con discapacidad auditiva o intelectual, dislexia o cualquier otra dificultad están en desventaja educativa porque no solo no aprenden bien el idioma extranjero, sino que tampoco asimilan los contenidos de las materiales troncales que se imparten en inglés.
"A rastras"
Para los padres afectados el sistema es "perverso" porque "no hay opción". "Queremos que exista la posibilidad de estudiar solo en castellano porque, si no, estos niños van a ir siempre a rastras, hasta el abandono del sistema. Les afecta en su autoestima", alerta Alberto, que plantea que, al menos, se establezca una línea -clase por curso- monolingüe. "Estoy convencido de que la solicitaría mucha más gente de la que cree la Administración educativa", advierte.
Pilar es otra madre de un menor con dificultades de aprendizaje, que sostiene que las administraciones "se han vuelto locas" con el bilingüismo, un modelo que "no es adecuado para todos los alumnos", pero que, sin embargo, "es prácticamente el único que se oferta". Aunque esta profesora universitaria es partidaria de la enseñanza pública, sin embargo, ha tenido que optar por llevar a su hijo a un colegio privado para que pueda estudiar únicamente en español.
Los alumnos con discapacidad auditiva se encuentran entre las principales perjudicados del bilingüismo
"El idioma extranjero para estos niños con necesidades educativas especiales es una barrera enorme", sostiene Pilar, que asegura que el bilingüismo les "aparta" del sistema educativo porque se pierden "el 50%" de lo que se enseña en el aula. Además, "la brecha se agranda" con los deberes porque hay padres que no dominan el inglés y no pueden ayudar a sus hijos.
Los alumnos con discapacidad auditiva se encuentran entre las principales perjudicados del bilingüismo. Así lo asegura desde el Movimiento Asociativo de Familias de FIAPAS la madre de un niño sordo de un centro educativo concertado de Gijón (Asturias), que actualmente cursa 1º de la ESO solo en español, después de ocho años en el sistema bilingüe (Infantil y Primaria).
"Si estos niños ya tienen dificultades en castellano, con más razón en inglés", sostiene esta madre, que advierte de que lo más complicado para estos alumnos es "la percepción clara y correcta de la pronunciación de las palabras", aunque cuenten con tecnología adecuada para seguir las clases.
Además, apunta que necesitan que los materiales audiovisuales proyectados en clase tengan subtítulos y las aulas estén aisladas acústicamente, pero esto no siempre se cumple y genera retraso en algunas materias, que tienen que ser solventados por las familias con apoyos externos de logopedas y pedagogos, con el "importante sobrecoste que supone para la economía familiar".
Las evaluaciones
El informe revela que las comunidades autónomas mencionadas han hecho evaluaciones periódicas de la enseñanza bilingüe que se imparte en sus aulas, pero que estas no ofrecen datos específicos sobre el alumnado con necesidades especiales, como el de su distribución entre centros y líneas dentro del programa. No obstante, señala que Asturias sí reconoce "dificultades" en relación con este colectivo, aunque no las describe.
Según este documento, estas evaluaciones constatan una diferenciación del alumnado de acuerdo a su nivel cultural y socioeconómico, que es mayor en el programa bilingüe, además de los riesgos de segregación que tiene para los colectivos vulnerables la rápida expansión de este modelo, en un contexto de recortes, y su aplicación actual.
Entre las recomendaciones para acabar con estas disfunciones, los autores del informe señalan la necesidad de ajustar el sistema a las necesidades de los alumnos, introducir métodos de enseñanza más innovadores, a través de distintos canales de comunicación o formar a los profesores para que sepan atender de forma adecuada a un alumnado heterogéneo, con distintas capacidades.
También plantean la "reordenación" de la oferta educativa y apuntan que, para ello, se necesita la colaboración de las comunidades autónomas. "Una vez diagnosticado el problema, ahora el objetivo es trabajar con las administraciones para solventarlo", apunta el director de Accesibilidad de la Fundación ONCE.