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Marco Ballesteros

Por qué El Corte Inglés, Carrefour o Ikea están que trinan con Amazon

Unos tienen horarios, festivos de cierre y un marco fiscal y laboral más exigente. El otro, un 'recién' llegado, no lo necesita. Resolver ese 'agravio' es estratégico para un sector clave.

Uno de los centros de almacenaje y distribución de Amazon en la Comunidad de Madrid

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Lo hemos visto con Uber y los taxis. O con los 'pisos' turísticos y el sector hotelero: las nuevas tecnologías introducen agentes nuevos en el mercado que, con menos gasto en estructura y un régimen legal y fiscal más laxo tal vez, entran en sus sectores como un elefante en cacharrería, apoyados en quien al final manda: el consumidor.

Aunque el comercio ha subido por cuarto año seguido, el sector pide cambios para poder competir

Pero el pulso de todos los pulsos se está viviendo con menos ruido que los anteriores, pese a que su dimensión es sensiblemente mayor: es el que, de algún modo, enfrenta a las grandes firmas comerciales con el nuevo gigante comercial on line.

La Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged), que engloba a empresas como El Corte Inglés, Carrefour e Ikea, ha vuelto a demandar en estos días un nuevo marco normativo "moderno y flexible" para competir con grandes operadores 'online', entre ellos el gigante del comercio electrónico Amazon, y que responda a la realidad del mercado.

"Por desgracia, buena parte de la legislación comercial ha quedado anclada en el siglo XX: mientras que una parte del comercio está sujeto a un corsé estricto que afecta a aspectos clave como los horarios, la fiscalidad o la libertad de establecimiento, grandes operadores 'online' quedan al margen, convirtiendo en ventajas competitivas las limitaciones del resto", señala la patronal de las grandes empresas de distribución.

4 años creciendo

Según Anged, la coyuntura es "favorable" para emprender juntos grandes reformas en el sector, teniendo en cuenta que el comercio cerró 2017 con un crecimiento del entorno del 3%, encadenando cuatro años de recuperación de la facturación y el empleo. "Tanto empresas como consumidores están demostrando una gran capacidad de adaptación al nuevo entorno en el que vivimos", resalta.

La patronal de las grandes superficies insiste en que la revolución digital está cambiando aceleradamente el comercio, ya que los entornos físico y 'online' tienden a integrarse y a "romper todos los convencionalismos".


Las grandes firmas quieren condiciones idénticas: ellas tiene corsé de horarios y fiscales que Amazon no padece


No obstante, el comercio 'online', que representa ya el 3,1% de la facturación minorista en España, es, a juicio de Anged, sólo una parte de la "gran transformación digital" que afronta el sector y que afecta a toda la estructura y estrategia de las compañías: desde los procesos de la cadena de valor, las operaciones y la logística a la formación de equipos y la captación de talento, la reorganización de las tiendas en espacios omnicanal, la revolución de los medios de pago o la nueva relación con un cliente permanentemente conectado.

"Nuestras empresas son conscientes de este desafío y están trabajando para adaptarse a este nuevo entorno. Por ejemplo, con un convenio colectivo firmado que, gracias al consenso de todas las fuerzas sindicales, introduce elementos novedosos en cuanto a conciliación, retribuciones, flexibilidad y trabajo en festivos", explica Anged.

Asimismo, ha subrayado que la transformación digital no es el único gran vector del cambio en el sector, ya que la sostenibilidad es desde hace tiempo una "piedra angular" del modelo de negocio de las empresas de distribución.

Un gran negocio en juego

"Una mayor eficiencia en el uso de los recursos, el ahorro energético, la protección del entorno o la lucha contra el desperdicio, por citar algunas áreas de trabajo, son indispensables para responder a las demandas crecientes de los consumidores y garantizar la viabilidad del negocio en el medio plazo", concluye en declaraciones recogidas por EP.

Decenas de miles de millones está en juego y, con ellos, hábitos esenciales del consumidor y relaciones laborales de todo tipo. Es un nuevo tiempo sí, en el que el salto a un marco unificado que haga competir a todos en las mismas condiciones tiene etapas previas convulsas. Hay pelea, pues, aunque sea de guante blanco.