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La desproporción contra Cifuentes

Un máster ocupa más espacio que un Golpe de Estado. La desproporción entre el juicio sumarísimo a Cifuentes y las ayudas del populismo a Puigdemont son, para el autor, escandalosas.

La desproporción contra Cifuentes

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Sin restar ni un ápice de importancia al mono tema del 'Máster Cifuentes', tan de moda en la prensa izquierdosamente dogmática que tan bien alimentada navega por la opinión pública. La misma prensa que lleva meses buscando la disculpa, y la minimización de hechos gravísimos para el conjunto del Estado, están más preocupados de las medidas cautelares estrictamente judiciales dictadas sobre personas acusadas de actos gravísimos, pero para dicha prensa un tema administrativo, sea un error o no, es mucho más importante para el interés general, quizás debieran empezar a ponderar cada cosa en su justa medida.

A la hora de establecer las medidas adecuadas para rectificar las supuestas malas prácticas de la Universidad Rey Juan Carlos, y devolver el prestigio necesario al centro público universitario citado, si es que el supuesto caso Cifuentes es cierto, entonces el problema no creo que sea esporádico y único en la persona de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Es más que posible que sea un mal sistémico de la institución señalada, es decir, que la investigación se debiera hacer a fondo entre todos los responsables de la URJC, y aplicar las medidas correctoras adecuadas hasta poner fin a esos desmanes, e iniciar una nueva andadura que prestigie al alumnado que cursa allí sus estudios.

Parece que hay que quemarla en la pira hipócrita de la Inquisición mediática disfrazada de progreso

Volviendo al tema político, que llevemos diez días oyendo de forma incesante, si Cifuentes fue a clase o no, que, si se presentó al examen, o si realizo el trabajo fin de máster, etc, como si hubiera que quemar a la presidenta en la pira hipócrita de la inquisición mediática disfrazada de falso progresismo.

Pretenden acabar con la vida política de una mujer que ha demostrado su compromiso con las buenas prácticas de gestión que tanta falta hacían en la Comunidad de Madrid desde hace años, y no lo ha hecho mirando hacia a otro lado, o escondiendo la mierda anterior bajo las repletas y malolientes alfombras de la política habitual.

Las venganzas

Cristina Cifuentes hizo bueno el dicho que “en política tu peor enemigo está en tu partido” se enfrentó de cara con la anterior cúpula regional, parte de la cual después de dar con sus huesos en la cárcel, les espera una largo y oscuro futuro judicial, con mucho tiempo libre para odiar a la presidenta que ayudo a quitarles el chollo del que disfrutaron durante muchos años.

Los mismos que dedican tiempo a exonerar a Puigdemont convierten cualquier anomalía en un máster en un escándalo

La desproporcionalidad es sonrojante para cualquiera que no se deje mediatizar por el bombardeo masivo del mensaje barra sentencia. Los mismos grupos mediáticos que desean hundir la carrera política de Cifuentes, son los que, con la misma tenacidad, se pasan el día buscando expertos que disculpen y minimicen hechos tan graves como el Golpe de Estado en Cataluña del otoño pasado, en el que los medios públicos catalanes han sido y son cómplices del mayor desafío al estado democrático.

Pero no sólo los medíos públicos están implicados, también otros como el gigante Mediapro colaborando en la organización y logística del ilegal referéndum del uno de octubre. Así vemos cómo los mismos medios regionales o nacionales que desean seccionar el recorrido político de la presidenta, defienden a capa y espada a los políticos que están fugados de la justicia, o permanecen en prisión provisional para que se pueden presentar, y ser elegidos diputados, y hasta jalean vehementemente y pretenden que puedan ser presidente de la Comunidad Autónoma catalana; presidente de la misma institución española que utilizaron para revertir el orden constitucional, y que tan nefastas consecuencias han traído y siguen llegando al conjunto de la población catalana.

La doble vara

Todavía no he visto un espacio en la mencionada prensa analizando y defendiendo a la ciudadanía catalana que lleva treinta años soportando la presión nacionalista, el supremacismo etnicista y el déficit democrático al ver mermados los derechos e igualdad frente al conjunto de la ciudadanía española. Por eso no sorprende que en el resto de España hayan abierto espantados los ojos tan solo hace unos meses, durante la génesis de la hoja de ruta establecida, así que imaginemos la ignorancia de la peligrosa magnitud del fenómeno independentista en Alemania y el resto de Europa.

Si Cristina Cifuentes, después de treinta años en política, trabajando en diferentes cargos y responsabilidades, trabajando entre el sectarismo mediático, el fuego “amigo” y la irresponsable oposición política, y si solo han podido encontrar algunas anomalías en un máster, que realmente no afecta en nada al buen gobierno de los ciudadanos, quiere decir que Cifuentes es una de las políticas más honradas en la historia de España.