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P.P.H.

¿Una ‘Operación Valquiria’ para acabar con Franco?

En 1938 se desbarató un supuesto complot para asesinar al general y a su cuñado, Ramón Serrano Suñer, en Burgos, según una investigación de periodistas y profesores burgaleses.

¿Una ‘Operación Valquiria’ para acabar con Franco?

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Todos los dictadores han sufrido algún atentado o, al menos, se han convertido en el centro de una conspiración para tratar de derrocarlo. Es célebre, en ese sentido, el complot e intento de asesinato de Adolf Hitler el 20 de julio de 1944, urdido por un grupo de oficiales bajo el nombre de ‘Operación Valquiria’. Y sin llegar a tanto, ni tan lejos, Francisco Franco se convirtió, al parecer, en el centro de otra conspiración va a hacer 80 años, en la recta final de la Guerra Civil.

Los periodistas y profesores de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Burgos, Miguel Ángel Moreno, José María Chomón y Clara Sanz, han sido los encargados de investigar ese episodio desconocido hasta ahora y lo relatan en su libro El complot del Cementerio Viejo. Otoño de 1938: Burgos bajo sospecha por el intento de matar a Franco.

Según las averiguaciones de estos investigadores, el Servicio de Información de la Policía Militar (SIPM) investigó en el otoño de 1938 una especie de conjura contra el general Franco y el ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, con escenario en la ciudad de Burgos, entonces capital de la España sublevada, como sede de la Junta de Defensa Nacional que aglutinó a los militares que se levantaron contra el gobierno de la República.

De acuerdo con los datos ofrecidos en la presentación de la obra, y recogidos por la prensa local, lo más novedoso es que se muestran en ella a la luz pública por primera vez los informes policiales que el SIPM llevó a cabo en la capital burgalesa para intentar desarticular un presunto complot que se estaría fraguando en esa misma ciudad para asesinar al Caudillo o, si no resultaba esta acción, buscar el modo de acabar con la vida de su cuñado, Serrano Suñer, entonces ministro del Interior.

Un chivatazo a la policía

La pesquisa policial se inició a raíz del chivatazo que un vecino de la ciudad hizo llegar a este cuerpo de policía militar. Los responsables de éste dio crédito a la denuncia y de inmediato se puso a trabajar para desbaratar el complot. Las investigaciones, que quedaron recogidas en el denominado ‘Informe Benlo’, fueron conducidas por el espía austríaco Herman Heide, al frente de un equipo formado por trece policías y varios infiltrados para investigar en la ciudad y lograr desmontar esta conspiración.

Supuestos “rojos” y desafectos a la causa nacional, así como personal militar, quedaron desde un primer momento en el punto de mira de una investigación, que arrancó en el cementerio viejo, se extendieron al resto de barrios la ciudad y volvieron de nuevo al cementerio, que fue sometido a un concienzudo rastreo y registro. Justamente, el hallazgo de los expedientes policiales se produjo como consecuencia del descubrimiento de dos fotografías de dicho cementerio custodiadas en el Archivo Militar de Ávila.

Hubo registros en varias zonas de Burgos y 142 personas fueron investigadas, de las que 24 quedaron detenidas y cumplieron penas de cárcel

Del informe de esta conspiración contra Franco se deduce que se hizo un seguimiento exhaustivo a 142 personas. De ellas, en el expediente se tacha de “rojas” a 86; de afines al régimen, 40, y de las otras 16 no se especifica adscripción ideológica.

A lo largo de los tres meses que duró la investigación se revisaron varias zonas de la ciudad casa por casa; los infiltrados se movieron por bares y numerosos establecimientos hosteleros; y varias dependencias militares fueron vigiladas en secreto. Tras el nombramiento de un juez especial empezaron a practicarse las primeras detenciones en el mes de noviembre de 1938.

Al menos fueron 24 las personas detenidas, hombres y mujeres, algunas de ellas sometidas a interrogatorios “especiales”, y que acabaron cumpliendo penas de cárcel de varios años.

¿Pero realmente se estaba preparando en Burgos un complot para asesinar a Franco? En opinión de los autores, resulta “muy improbable que tal amenaza existiera”. Tal confabulación pudo ser más bien “fruto de las maquinaciones policiales más que de la realidad”. Pero imaginaria o no, la huella de esta ‘Operación Valquiria’ en plena Castilla, borrosa e imprecisa, ha llegado hasta nuestros días.