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El dirigente que tiene recetas para mejorar la tétrica educación española

El nuevo responsable de la Organización de Estados Iberoamericanos es español, y huye de los lugares comunes para analizar un asunto clave para el progreso: la educación.

Mariano Jabonero

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El Pacto de Estado por la Educación está muerto: hace semanas se echó el cierre, sin ningún acuerdo, a la comisión parlamentaria que lo estaba intentando, sin que nadie haya puesto el grito en el cielo por ello. Pero mientras, los datos no son nada halagüeños para España: las desigualdades territoriales crecen, la FP no termina de asentarse, el rendimiento educativo en los informes PISA y OCDE es peor que al de otros países avanzados y las universidades se despeñan en los ránking internacionales.

De todo eso sabe mucho, y habla sin tapujos, el nuevo secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el español Mariano Jabonero, que para empezar señala "la desigualdad del rendimiento educativo" entre comunidades autónomas como uno de los principales problemas de la educación en España, y reclama "una mayor coordinación estatal" para corregir el desequilibrio entre regiones. "En España, según dónde has nacido, te puede ir en la vida de una forma u otra", asegura.

"Hay comunidades con rendimientos educativos bajos, y otras donde son muy buenos", expone Jabonero en una entrevista a Europa Press días después de ser elegido secretario general de la OEI en la Asamblea General de la organización celebrada en México, relevando al brasileño Paulo Speller y asumiendo el cargo hasta el año 2022.

Licenciado en Filosofía y en Ciencias de la Educación y vinculado al sector educativo durante toda su trayectoria, Jabonero considera que el sistema educativo español "funciona razonablemente bien" a pesar de que su falta de financiación sea "un problema crónico", y subraya la necesidad de tomar medidas que garanticen la igualdad entre territorios.

¿Habrá pacto algún día?

Director de la Fundación Santillana hasta el pasado mes de abril, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy le propuso como candidato a liderar la OEI, Jabonero ironiza cuando se le pregunta por los motivos que malogran un Pacto Educativo entre los distintos partidos. "Es una pregunta para tesis doctoral", responde subrayando que la educación española, "con pacto o sin pacto", se sitúa por encima de la media de los países de la OCDE, aunque no es del todo exacto.

"Forma parte de una larga tradición de controversia. Siempre ha sido un problema de debate político, con razones de tipo ideológico, religioso o cultural, pero no hay nada genético para que los españoles no tengamos capacidad para el acuerdo, y llegará un momento en el que habrá Pacto Educativo", augura el nuevo secretario general de la OEI, convencido de que los disensos entre las formaciones políticas por la financiación de la educación son problemas "abordables".

"Cuando los problemas son financieros, y solamente financieros, se pueden solucionar y lo estamos viendo a diario: las pensiones se han revisado en 15 días", apunta como ejemplo. "No es complicado de solucionar porque este país tiene músculo financiero, y se pueden aportar 4.000 o 5.000 millones más", añade Jabonero aludiendo al reclamo de fuerzas de la oposición como el PSOE, que exigen que el Gobierno destine el 5% del PIB a educación para recuperar la cifra de inversión anterior a la crisis.

¿Y las universidades?

Sobre este asunto aboga por "clarificar" lo que denomina "la amplia floresta" de títulos académicos que ofrecen las universidades españolas más allá de los grados, másters y postdoctorados regulados.

"No me importa que proliferen estos estudios, pero las universidades españolas han llegado a impartir cursos de español mientras se juega al fútbol, y luego se da un diploma. Todo esto habría que regularlo porque genera cierta confusión. Oiga, que esto que usted está haciendo no es un máster", sostiene Jabonero, que también es profesor en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid.

La universidad es una de las prioridades del quinto español en asumir la secretaría general de la OID desde su fundación en 1949. En concreto, Jabonero se propone, como le han trasladado varios gobiernos, eliminar "obstáculos" que dificultan la movilidad de estudiantes en Iberoamérica, como los problemas de acreditación y convalidación de titulaciones entre países. "Es un problema que tienen miles de estudiantes en toda América: estudian en otro país, y cuando vuelven al suyo para ejercer, no se le reconoce el título", remarca.

Perú y Portugal, ejemplos a seguir

Además, defiende que España tiene que aprender del rendimiento educativo de algunos países de la OEI. "Siempre se piensa en Finlandia y Singapur como modelos de referencia. ¿Y por qué nadie dice que Perú es el país que más ha avanzado en el mundo en el informe PISA?", dice aludiendo al estudio que realiza la OCDE para evaluar el rendimiento de los estudiantes de países de todo el mundo.

En ese sentido, señala también el ejemplo de Portugal, "el país de Europa que más ha mejorado en educación de forma constante y continuada", según Jabonero, "y eso que estuvo intervenido por la 'troika' y las pasó canutas". A pesar de esos avances, el secretario general de la OEI reconoce que hay asignaturas pendientes en los países de la organización, como la falta de inversión en ciencia e investigación, o en los primeros niveles educativos. Inversiones, en su opinión, "rentables" y que garantizan el desarrollo.

"En América Latina, donde más se invierte es en educación superior, en universidad, que se financia con dinero de todos pero sólo beneficia a una minoría, la clase media, que es la que prioritariamente llega a la universidad porque las clases bajas van cayendo a lo largo del sistema, y al final resulta que es una inversión selectiva hacia un sector concreto de la población", sentencia.

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