Pedro Sánchez sitúa al PSOE en el lugar correcto como muro contra el soberanismo
El líder socialista da un ejemplo de sentido de Estado y zanja cualquier debate al respecto de la posición del PSOE: estará con el Gobierno y defenderá un 155 más duro si es necesario.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, parece haber encontrado al fin el hueco que le pertenece y obliga a él y a su partido en el conflicto catalán, muy complejo de solventar pero muy sencillo de definir: a un lado está un compendio de grupos que quieren desgajar España saltándose todas las leyes, pisoteando la democracia y asaltando las instituciones; y a otro deben de estar todos los demás en nombre de una inmensa mayoría y del Estado de Derecho.
Los titubeos pasados con el independentismo, sustentados probablemente en una profunda debilidad interna, le privaron a España de uno de los pilares fundamentales para aguantar y replicar la acometida de Puigdemont y sus compañeros de desafío, reforzándoles al convertir un pulso infame, de algún modo, en un desafío legítimo.
El líder socialista anunció un nuevo 155 más duro si el Govern vuelve a las andadas, un mensaje claro y necesario
Por eso fue fundamental que los socialistas se sumaran a la aprobación del 155 y es crucial que, ahora, Sánchez haya sellado con Rajoy un pacto para redoblarlo si el nuevo president, Quim Torra, reanuda un 'procés' abocado al fracaso pero letal para la convivencia en Cataluña y la estabilidad del conjunto del país.
Con TV3
El líder socialista anunció, tras su encuentro en Moncloa, un nuevo 155 más duro si el Govern vuelve a las andadas, un mensaje claro y necesario que sugiere que, si el secesionismo mantiene el pulso, la intervención del Estado será absoluta e incluirá al fin la gestión de la perversa corporación catalana de medios públicos, con TV3 a la cabeza; la educación pública y la representación total de la Generalitat a través de una especie de gobernador designado a tal efecto.
Al menos las dos primeras cosas se tendrán que hacer, con o sin 155, algún día: ni aunque la Generalitat empiece a respetar el marco constitucional, puede consentirse la existencia de herramientas manipuladoras para inocular en la población catalana un sentimiento de agravio y ruptura como el que se ha sembrado durante décadas. Pero si además Torra aplica ya la hoja de ruta que desde luego ha anunciado y ésta no es mera retórica, esa respuesta se antoja urgente.
Unidad de tres
En este asunto, la unidad de PP, PSOE y Ciudadanos es crucial, como también recordó con acierto Sánchez al reprochar a Rivera sus críticas públicas y pedirle, con sentido común y de Estado, que las dejara para el ámbito privado y se limitara a trabajar por el consenso en público. Su último acierto, intentar incorporar a Podemos, un partido que flota es una falsa equidistancia que en realidad auxilia a los golpistas.
El PSOE ha sido decisivo siempre para estructurar España, y sus devaneos e inseguridades lo son, por la misma razón, para debilitarla. Por eso es muy saludable y tranquilizador que su secretario general zanje cualquier especulación al respecto de su posición y exhiba, con rotundidad, dónde van a estar los socialistas. Que además de lo correcto, es probablemente lo más rentable para sus intereses.