Y nadie se cree las 'explicaciones' de Iglesias y Montero sobre su 'casoplón'
Los trinos del día, a veces melódicos y a veces rebuznos, abarcan todas las modalidades: unos irritan, otros indignan y otros divierten. Juntos, resumen la actualidad de una forma peculiar.
Casoplón de Pablo e Irene, segunda entrega
Por segundo día consecutivo, no se habla de otra cosa: el chaletazo, también conocido por casoplón, de Pablo e Irene, los Pimpinela del sector inmobiliario serrano. Lejos de amainar la mezcla de indignación y choteo que ha provocado la compra de lo que ellos mismos consideraban un emblema de la casta; las torpes justificaciones ofrecidas han hecho arreciar el debate.
Y si antes se sonrojaban muchos por la flagrante contradicción entre lo que predican en público y lo que practican en privado, ahora se avanza en el terreno estrictamente económico, jurídico y contable tras escucharle a la pareja una historieta sobre el origen de su dinero, las condiciones de la hipoteca, los supuestos préstamos familiares recibidos y hasta el extraño banco elegido para hacer la operación. Un cuento para escurrir el bulto que nadie se ha creído. Como muestra un botón, bien llamativo:
El debate sobre la vivienda serrana de la Familia Real de Podemos, que anuncia como tal su próxima paternidad y adquiere propiedades en la campiña, ha eclipsado casi todo lo demás, desde la reunión crucial entre Rajoy y Rivera hasta las últimas novedades perpetradas por el ínclito Quim Torra. Pero algo se puede rascar al respecto.
El triste Torra toma posesión
Sobre la toma de posesión del nuevo presidente catalán, sólo puede decirse que fue más triste que un karaoke en un tanatorio. Y más indiciaria de la catadura del personaje, incapaz de respetar los símbolos constitucionales y siempre dispuesto a ejercer de felpudo de Puigdemont. Menos mal que toda Europa se ha dado cuenta del peligro del personaje y de sus ventrilocuos, como demuestra un tuit que resume la opinión ya generalizada en todo el espectro político continental:
Guardiola a Ciudadanos
Y el último trino del día es para Guardiola, que es más de cante desafinado que de melodías, al menos en el ámbito político. Quienes haya leído que renueva por 'Ciudadanos' se habrán quedado a cuadros, pero la cosa tiene explicación: extenderá su contrato como entrenador del Manchester City, lo que le convierte en 'citizen' para los próximos años. Aunque tal y como está Rivera con lo de fichar a estrellas de relumbrón, quién sabe si algún día...