¿Cuánto gana Revilla por sus libros y por televisión y dónde acaba ese dinero?
Aunque la ley le obliga a publicar sus bienes, el polémico Revilla se la salta. Tras presumir en el pasado de donar sus ingresos televisivos o editoriales, hoy se envuelve en la opacidad.
¿Cuánto gana Miguel Ángel Revilla con sus libros? ¿Y con la televisión? ¿Lo cede a causas sociales o, como cualquier otro autor, se queda con los beneficios? ¿Y cuánto tiempo le quita de sus responsabilidades como presidente de Cantabria?
Son preguntas que, por enésima vez, alguien ha expresado en público, y con una contundencia que no deja margen a la duda: la respuesta, al menos para el PP cántabro, es que Revilla se está llevando "millones" por sus ocupaciones editoriales, pese a anunciar que donaría los ingresos, y dedica a viajes y promoción el tiempo reservado para sus obligaciones institucionales.
'Novillos' institucionales
"Es escandaloso que los cántabros tengan que financiar los negocios de su presidente mientras la región va sin rumbo", explica el portavoz del PP Íñigo Fernández, cansado de ver imágenes como la del pasado 15 de mayo: "En lugar de trabajar para Cantabria, le fue más provechoso para sus intereses pasar todo el día de promoción en San Sebastián".
La historia no es nueva. Esdiario ya informó hace sólo unos días de la recurrente controversia con respecto a los ingresos de Revilla y al tiempo de trabajo que dedica a hacer bolos televisivos remunerados y a vender libros.
En aquel momento, fue el mismísimo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien retó sin éxito a su paisano cántabro a despejar las incógnitas económicas que desde hace al menos siete años no ha querido aclarar, especialmente las relativas a su prolija actividad editorial.
Y es que Revilla va por el cinco libros en los últimos seis años: Sin censura (2018), Ser feliz no es caro (2016), Este país merece la pena (2014),La jungla de los listos (2014) y Nadie es más que nadie (2012).
¿Sin censura?
Todos ellos publicados con la editorial Espasa, con la que tiene un contrato que nunca ha detallado, pero que mal no le debe de pagar porque es una de sus firmas estrella. Lo suficiente como para saltarse sin complejos algunos hitos institucionales relevantes para Cantabria.
Por ejemplo, hace unas semanas faltó a la presentación del ferry entre Santander y Cork (en Irlanda) porque estaba promocionando su libro en un programa de televisión; y también se ausentó de un acto del Gobierno central con 50 millones de euros para Cantabria porque tenía una firma de ejemplares de Sin censura.
El misterio está además justificado. La Ley de Transparencia del 9 de diciembre de 2013 le obliga a él, como a todos los cargos públicos de España, a publicar su declaración de bienes y patrimonio, algo que Revilla no hace ni en la web del Parlamento cántabro ni en la de su partido, donde se limita a incluir datos de su actividad parlamentaria.
Transparencia por ley
Si cumpliera con los requisitos preceptivos, Revilla tendría que difundir para todos los ciudadanos su salario, sus propiedades, su declaración de la renta y los bienes de todo tipo, sean inmobiliarios, ahorros, acciones o planes de pensiones. Y ahí se comprobaría cuánto gana en televisión o con los libros y, tal vez, se demostraría si dona o no una parte de sus variados emolumentos.
La última huella al respecto hay que buscarla hace siete años, en 2011, cuando el presidente cántabro convirtió en una concesión lo que hoy es ya una obligación incumplida: reveló en su propio videoblog que disponía de un patrimonio acumulado de 239.000 euros y de un salario bruto de 66.000 euros. Y además anunció (minuto 3:25) que cedía a organizaciones benéficas de su tierra todo lo que sacaba por acudir a televisión, hasta 2.500 euros por programa.
Hoy es imposible saber nada de eso. Revilla no lo cuenta y, además, sortea el imperativo legal de difundir esa información en las plataformas tecnológicas oficiales de Cantabria. Algo no sólo ilegal, sino también inusual. El privilegio que se autoconcede el dirigente regionalista no lo tienen ni siquiera los miembros del Gobierno de España ni los 250 altos cargos que lo componen. Desde septiembre de 2014, el BOE incluyó y publicó las declaraciones de bienes y de patrimonio de todos ellos, en un listado de acceso público sencillo que aún hoy en día puede consultarse.
Lo que Rajoy hace en Moncloa; Revilla lo desecha en Santander. "Cada día es más evidente que el presidente mintió a los cántabros asegurando que donaba sus ingresos y su persistencia en ocultar los millones que está ganando con su intensa campaña de promoción demuestra que tiene mucho que ocultar", zanja el portavoz popular.
Su 'ruina'
Mientras se guarda la información oficial en los canales reglamentarios, el dicharachero y controvertido político no deja de presumir de austeridad allá donde puede largar sus conocidos monólogos. La última vez fue en octubre de 2017, en El Hormiguero de Pablo Motos, cuando deslizó lo que supuestamente cobraba sin dar demasiados detalles.
"Cuando dicen que ganamos poco... ¡Mira, yo lo haría gratis!", ha asegurado el político. "Yo si tuviera unas rentas, lo haría gratis. Yo llego a la política en 1975,cobro 3.400 euros al mes en 12 pagas. Soy un privilegiado. Yo en el banco ya cobraba eso en el año 1983. Para mí la política ha sido una ruina desde el punto de vista económico", afirmó. ¿Seguro?