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Manuel Villa

Los nombres que mandarán en el ‘postmarianismo’

El PP se apresta a preparar la renovación de su dirección, sin plazos confirmados. Sí parece claro que todos los focos estarán puestos en Núñez Feijoo, Cospedal y Sáenz de Santamaría.

Los nombres que mandarán en el ‘postmarianismo’

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Consumada la moción de censura y la caída de Mariano Rajoy, el PP se apresta a emprender un proceso de renovación que ya desde hace un tiempo venían reclamando barones del PP, diputados y senadores.

Está por ver, no obstante, si estos cambios serán con pausa y orden, como parece que es la idea del propio Rajoy, o si el partido se lanzará a una revolución interna, que con toda seguridad abriría profundas fracturas.

En el horizonte está la convocatoria de un congreso extraordinario, aunque todavía no está claro el plazo. Sí se barrunta que, concluida la ‘era Rajoy’ y metidos en el ‘postmarianismo’, existe una terna de dirigentes populares que tendrán mucho que decir en el futuro del primer partido político de nuestro país.

Más que nunca, el político popular que más sale a relucir en las simpatías y preferencias sobre la sucesión es Alberto Núñez Feijóo. Se trata del candidato oficial, por su consistencia política, la modernidad de su discurso, la absoluta lealtad a los valores del PP y su gestión en Galicia con mayoría absoluta. El antídoto perfecto, según los jerarcas del PP, para frenar la subida de Rivera y Ciudadanos.

El dúo protagonista

Otros dirigentes del PP se decantan por Soraya Sáenz de Santamaría. Sus críticos señalan que no cuenta con el respaldo de la organización, carece del perfil político necesario y que fracasó con estrépito en la gestión de la crisis catalana. En cambio, sus defensores destacan su experiencia en la Administración y el aprecio que atesora entre las bases y los simpatizantes del partido.

La exvicepresidenta cuenta además con el don de la transversalidad, lo que le permitiría recabar apoyos y votos en otros caladeros ideológicos distintos al conservador. A Feijóo se le atribuye la misma capacidad.

En esos dos nombres parece estar la sucesión de Rajoy, aunque tampoco es descartable el ascenso de la exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.

La pujanza de Cospedal

Sáenz de Santamaría se ve ahora despojada de todos los poderes que emanaban de su posición central en el Gobierno, y queda ahora como diputada rasa, mientras que Cospedal es la secretaria general del partido. Fue ella y no Sáenz de Santamaría quien compareció para informar a la opinión pública de que Rajoy no dimitía. Y tiene algo a su favor: su papel en los años duros en defensa del PP le ha granjeado un profundo respeto y cariño de la militancia, lo que la coloca, en cualquier caso, en una posición relevante en el futuro de la organización.

En las filas populares se tiene la sensación de que el partido recuperaría pujanza si fuera una mujer la candidata. Ninguna de las dos, tampoco Feijóo, han hecho públicas sus aspiraciones a liderar el PP, pero a los tres se les presupone.

El futuro

En todo caso Feijóo es quien más respaldo territorial acumula aunque, Sáenz de Santamaría también lo posee en territorios como Andalucía. Tanto ella como Cospedal presentan trayectoria y experiencia sobradas pero las dos están demasiado vinculadas a la figura y a la suerte de Rajoy.

Asimismo, a juicio de muchos observadores, Cospedal no permitiría la emergencia de la exvicepresidenta. La secretaria general ha ido también atrayendo hacia sí a algunas comunidades y tiene una ascendencia casi intacta en el conjunto de la organización. En esa clave de poder se entendió el respaldo que ofreció a Cristina Cifuentes para evitar que cayera.

Feijóo parece el destinado, aunque otros nombres será decisivos con él

En el PP también cuenta con sus partidarios, sobre todo porque es quien con más vigor y prestancia ha defendido al partido en los momentos difíciles. Y eso se le valora muy positivamente.

Pastor, la tapada

Aunque la alternativa que, según muchos analistas, tomaría el mismísimo Mariano Rajoy si tuviera que escoger para mañana mismo a la nueva cabeza visible de los populares sería la de Ana Pastor.

Todo apunta a tras la ‘era Rajoy’ todo girará en torno a Feijóo, Cospedal, Santamaría y Pastor

La presidenta del Congreso es una vieja amiga de Rajoy; sus caracteres son, además, muy similares. Y al mismo tiempo, cuenta con virtudes que, según en qué claves, también pueden menoscabar su solidez: la estima de sus adversarios, su popularidad como gestora y el perfil excesivamente bajo en la dialéctica política y el cuerpo a cuerpo.

Como le sucedió a Rajoy en 2004 cuando Aznar le eligió como su sucesor, Pastor sería recibida como una presidenta más que respetable pero una candidata perdedora. Aunque hay que recordar el actual presidente del PP logró, a la tercera, conquistar el poder.

¿Y Rajoy?

Él es la gran incógnita. Nadie sabe si se quedará al frente de la Oposición, aunque ésta es la opción más probable. Pero de manera temporal. La hoja de ruta del expresidente antes de la moción parecía clara aunque tampoco estaba confirmada: aprobar los Presupuestos, terminar la legislatura y dar paso a un relevo tranquilo con Feijóo, Cospedal y Santamaría en todas las previsiones sucesorias y algún nombre más como el de Pablo Casado en las quinielas.

El 'impeachment' lo ha cambiado todo y, de seguir al frente, probablemente sea para que se visualice a diario la traumática y a su juicio injusta manera con que una amalgama de siglas le han echado a mitad de partido y, de paso, para pilotar una sucesión tranquila.

A ese guión le falta encajar una pieza: el otoño judicial que le espera al PP es largo, lluvioso y muy frío, con varias decenas de sentencias pendientes por escándalos de corrupción ubicados en las tramas Lezo, Púnica y de nuevo Gürtel. Con Rajoy fuera, todo ello será definitivamente el pasado para su sucesor; con él dentro aún parecerá un asunto del presente.

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