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M.V. / PPH

La energía nuclear se empeña en pedir paso pese a las advertencias en su contra

El sector nuclear avisa del aumento de costes y CO2 de un cierre anticipado de las centrales y reclama menos impuestos, además de defender el papel “clave” de esta fuente de energía.

Aspecto de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia

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La nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivera, ha dejado clara su hoja de ruta, le dé tiempo o no a aplicarla: acabar con el impuesto al sol y marginar la energía nuclear y el carbón como fuentes prioritarias de consumo y producción.

Es un objetivo complejo que choca además con la opinión del sector, expresada sólo unos días antes de la toma de posesión de la nueva responsable de un sector estratégico como pocos. Y es que Foro Nuclear avisa de que el cierre anticipado de centrales nucleares supondría un incremento de los costes de generación, así como de las emisiones contaminantes, por lo que ha pedido "continuidad a largo plazo".

Mientras la nueva ministra opta por la vía 'verde', el sector nuclear exige apoyo y acabar con prejuicios

Además, reclama una reducción de la "alta carga impositiva" y que se establezcan mecanismos de mercado para garantizar la viabilidad económica del sector, que se encuentra en pérdidas.

Así lo ha asegurado su presidente, Ignacio Araluce, durante la presentación de los resultados del sector nuclear en España correspondientes al año 2017, donde también ha dado a conocer cuáles son las perspectivas de futuro del sector, duramente contestado, históricamente, desde organizaciones sociales y ecologistas, y tratado con displicencia desde las instituciones públicas y los partidos políticos.

Integrado por más de 55 empresas e instituciones, Foro Nuclear propugna la continuidad de las centrales nucleares y el impulso del sector nuclear. Es una asociación empresarial que representa al 100% de la producción eléctrica de origen nuclear y al 85% de las principales empresas del sector a nivel nacional.

Desmantelamiento progresivo

Araluce ha defendido el papel económico de las centrales nucleares en España. Según ha señalado, las centrales pagan al año unos 300 millones de euros anuales por el impuesto sobre el combustible gastado que se destina, según ha dicho, a "conjugar el déficit histórico del sistema" español, es decir, a reducir el déficit.

Igualmente, mantiene que el proceso de desmantelamiento de una central no podría darse antes de 2032, pues "hay problemas de toda índole" a la hora de garantizar, desde el punto de vista de la seguridad, este proceso.

Para el presidente de la asociación, desmantelar una central conlleva un periodo de diez años y ha abogado por que no se hagan los desmantelamientos al mismo tiempo porque esto generaría un efecto de "cuello de botella tremendo", pues no estaría el proceso "optimizado" y generaría un incremento de los costes de generación y de las emisiones contaminantes.

Un papel estratégico en la transición enérgica

Araluce ha defendido el papel "clave" de la energía nuclear en España para la transición energética más allá de 2030, asegurando que tiene un "nicho" en el mercado energético en un mundo donde "cada día entran más renovables", ya que no emite CO2.

Aspecto de la central nuclear de Vandellos II, en la costa de Tarragona.

En este sentido, ha defendido que este tipo de energía es una tecnología libre de CO2 y, por tanto, esencial para cumplir con los compromisos ambientales ratificados a nivel internacional, como por ejemplo los acuerdos establecidos en el Acuerdo de París.

De hecho, la producción eléctrica nuclear supuso el 39,32% de la electricidad sin emisiones contaminantes generada en España el año pasado, según los resultados presentados, y evitó la emisión anual de cerca de 40 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

"La energía nuclear tiene un problema en la generación de residuos radiactivos, pero no de CO2", sostiene Araluce, que insiste en que la energía nuclear forma parte del mix energético en España, por lo que es "fundamental" que se mantenga, además de por su contribución "importante" para el control de la emisión de CO2.

Asimismo, la energía nuclear se posiciona como la fuente que más electricidad genera en España, ya que en 2017 generó el 21,17% del total. "La generación de energía eléctrica en Europa es importantísima", ha valorado el presidente de Foro Nuclear.

Incidentes “realmente pequeños”

Araluce ha negado que el sector de la energía nuclear se encuentre en estos momentos "en declive", pues comenta que cada vez hay más centrales en el mundo porque se construyen más de las que se cierran. De hecho, sostiene que hay un "auge" de este tipo de energía, aunque se encuentra "polarizado en países asiáticos y países emergentes en Sudamérica".

Actualmente, España cuenta con siete unidades nucleares que, a juicio del presidente de Foro Nuclear, "funcionan desde hace tiempo sin grandes sobresaltos". "Es noticia de vez en cuando los incidentes, pero desde el punto de vista técnico, estos incidentes son realmente pequeños", considera de manera general.

Araluce atribuye estos "pequeños" incidentes a la "predictibilidad tremenda" que tiene la energía nuclear. También ha defendido su "estabilidad" así como su "fiabilidad" de suministro. En este sentido, ha comentado que las energías renovables "no son tan constantes" a la hora de generar energía, de ahí que defienda que la nuclear tenga un "nicho" de mercado en el mix actual.

El sector nuclear emplea a más 30.000 trabajadores cualificados que aportan una "ventaja tecnológica muy importante para España"

"Es curioso porque en general nadie lo piensa", lamenta el presidente de la asociación, que resalta que "hay 'stock' de uranio para las próximas generaciones". "Nuestros nietos vivirán con cantidades de uranio suficientes para alimentar las centrales nucleares", ha dicho.

Igualmente, ha destacado la estabilidad de los precios. "Esto tiene un valor muy grande, no presionamos a los mercados", asegura Araluce, al tiempo que defiende el empleo que genera el sector, con 30.000 trabajadores cualificados que aportan una "ventaja tecnológica muy importante para España". "Las centrales en España son un referente mundial, pero somos tendentes a no valorar las cosas que tenemos", lamenta.

En 2017 se produjeron 757,48 metros cúbicos de residuos y 544,28 fueron retirados por Enresa. Además, el número de elementos combustibles irradiados almacenados temporalmente en las centrales españolas era de 15.362, de los que 13.897 se encuentran en piscinas y 1.465 en almacenes temporales individualizados (ATI).

En este sentido, Araluce ha criticado la construcción de ATI porque, en su opinión, genera sobrecostes. "La gestión sería más económica si tuviésemos ya almacenes temporales centralizados (ATC)", apunta.

La ley para el cierre de centrales

Por otro lado, Araluce se ha pronunciado sobre la proposición de Ley presentada por el PP antes de perder el Gobierno para modificar los motivos para el cierre de centrales eléctricas y que afectaría también a las centrales nucleares.

"No somos muy proclives a esa propuesta tal y como está", ha valorado el presidente de Foro Nuclear, que ha recordado que el Comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ya afirmó que esta norma iba "en contra del libre mercado".

Expiran más licencias

Uno de los puntos que refleja esta propuesta del PP es que la no petición de las licencias de renovación serán tomadas como "silencio administrativo" y, por tanto, se entenderá como petición de cierre de la central. Según ha comentado Araluce, las próximas licencias que expiran y que, por tanto, están pendientes de pedir su renovación, son las de Almaraz (Cáceres) y Vandellós (Tarragona).

Con dos visiones aparentemente opuestas, el diálogo o la confrontación entre el Gobierno y el sector energético parece servido. Y no será una novedad: el anterior Ejecutivo popular también ha mantenido una relación más que tirante con los agentes energéticos bajo la tutela del ministro Nadal. Nada nuevo, y nunca mejor dicho, bajo el sol.