Rubén y su lucha

Bajo un día soleado y en turismo a flor de piel, llego a San Sebastián, la playa de la Concha se ve dibujada por muchas toallas en la arena y valientes bañándose en sus aguas.

Esperando frente a la Catedral del Buen Pastor está él, Rubén Múgica, hijo del fallecido Fernando Múgica, aquel abogado y dirigente del Partido Socialista de Euskadi asesinado por la banda terrorista ETA el 6 de Febrero de 1996.

La mirada de Rubén transmite superación, ejemplo, un entender de las cosas de manera objetiva, jurídica, que es su mundo, pudimos hablar de la famosa Vía Nanclares, una “X” en una casilla de un papel te permite tener ventajas carcelarias, acercarte “a casa”, un arrepentimiento muy fácil con las ventajas que se consiguen.

Rubén sigue allí, donde mataron a su padre, y se cruza con etarras por la calle. Jamás se irá

También de las dispersión de los presos, idea original del entonces ministro de Justicia Enrique Múgica, Rubén me cuenta que entonces los presos gobernaban más cárceles, había dos clases, los “duros” y el resto, vivían en una doble prisión, la que les imponía la justicia y otra la que imponía los jefes de la banda. Si había algún preso que quería acogerse a esos beneficios penitenciarios se esperaban represalias por parte de la Organización existente hasta en la cárcel.

Penas íntegras

Para las víctimas no es un plato de buen gusto que se les acerque a prisiones del País Vasco, pero lo fundamental es que cumplan la pena íntegra, el caso es que también hay mucho que decir a ello, como sabéis la Doctrina Parot es otro de los grandes “misterios” de la justicia, Inés del Río Prada, fue la etarra que con su experimentada abogada Amaia Izko, hizo que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos fallara a favor de ella.

¿Por qué Rubén Múgica sigue viviendo allí? Me hace saber que él es de allí, y no se irá, ¿miedo? Ninguno, y menos ahora, después de lo vivido es impactante la fuerza que demuestra y la valentía de afrontar como abogado casos relacionados o al menos, que dan que hablar, como el de los guardias civiles que fueron agredidos e insultados en Alsasua.

No ha ganado ETA, y no ha ganado por personas como Rubén Múgica

Rubén, como acusación popular, defendió que no eran atentados terroristas, eran “atentados comunes” y ahora los agresores se enfrentan a penas de entre 2 y 12 años. Cubierto por un traje tan elegante como discreto, Rubén ha dedicado su vida a la justicia, a gritar bien alto el nombre de su padre en forma de intentar hacer este mundo un poco mejor, ayudar a los que sienten la desesperación y rabia de que de un día para otro te arrebaten a un ser querido; esa manera de afrontar una vida de escoltas y evitar ambientes se llama valentía.

Lo cierto es que me inquieta lo que siempre expreso, ¿Cómo es posible vivir sabiendo que mañana te puedes cruzar al asesino de tu ser querido por la calle? ¿Esos homenajes a los presos que salen de la cárcel? Parece que fuera un trofeo pasar una veintena de años en la cárcel por algo ciego, que no se puede oler ni tocar que es abstracto e inviable, que ha sido una veintena de años por una veintena de asesinatos para nada.

Rubén me cuenta que incluso, por el lugar donde ha vivido siempre, te acostumbras, y haces tu vida, cuando te cruzas con algún histórico etarra, no sabes qué decir, te quedas en blanco. Particularmente es una situación que me parece horrible, si una tuviera que vivirlo probablemente no hubiera tenido la valentía de hacer permanecido en mi ciudad, hubiera huido desesperadamente.

Con COVITE

Por ello es muy esperanzador que haya personas que “perdonen” a su manera, como él, como otras víctimas y en este caso que se tenga la fuerza y la energía para levantarse cada día y luchar por la justicia, en todos sus modos y variantes, con su despacho o con COVITE. Todo cuenta y todo esto apunta a que no ha ganado ETA, no han ganado los intereses políticos… Han ganado las personas que día a día se esmeran por lo que Rubén Múgica demuestra y lucha, por esas personas que tienen tanto que enseñarnos.