La vicepresidenta tendrá que dar consentimiento telefónico antes de cada coito
La Ministra de Igualdad no descarta crear salas de cópula en espacios públicos para limitar allí las relaciones, con un equipo de expertos mirando y valorando si el coito procede o no.
El Gobierno ultima una revolucionaria ley para evitar agresiones sexuales que, entre otras novedades, obligará a llamar por teléfono a la vicepresidenta, Carmen Calvo, para recibir su consentimiento explícito antes de proceder a cada cópula.
Aunque la logística puede ser algo complicada, Calvo ha mostrado su disposición a atender ese problema en persona, bien con conversaciones orales, bien vía Whatsapp en los picos de previsible actividad sexual que se producen por ejemplo los sábados.
No se descarta crear espacios públicos para el coito con observadores que vigilen cada movimiento
En todo caso habrá que dejar constancia de cada intento de coito y recibir el visto bueno preceptivo y sólo así tendrán viabilidad las relaciones sexuales que, para facilitar la organización del servicio,tendrán horarios regulados que ya ultima Vicepresidencia.
El protocolo
Así, y salvo excepciones que habrá que justificar y solicitar con tiempo suficiente para su tramitación, por ejemplo una luna de mil, en España sólo se podrá copular en horario de oficina de lunes a viernes, con la excepción de los martes que se aplicará la abstinencia para facilitar la conciliación laboral de Carmen Calvo y de su equipo, que tendrá ese día señalado como festivo.
Los sábados por la noche, en principio, habrá tarifa plana durante todo el día, pero sólo hasta las 5 de la madrugada: todos los calentones que pudieran sobrevenir a esa hora deberán aplazarse hasta el mediodía del domingo, si bien un retén de educadores, médicos y psicopedagogos del Ministerio de Igualdad ofrecerá consejos telefónicos a los posibles copuladores para dotarles de herramientas de continencia.
Según ha podido saber El Pato Cojo, la propia vicepresidenta ya ha hecho ensayos con llamadas reales, con resultados positivos y negativos que, según fuentes del ministerio, servirán para perfeccionar el mecanismo de prevención. Este medio ha accedido a una de ellas:
- Hola Vicepresidenta, que quiero echar un polvo con una rubia de muerte.
- No es inclusivo lo de rubia. Por favor diga "ser humano femenino con la zona capilar de color rubio".
- En la cabeza sí es rubia sí. ¿Da usted su consentimiento?
- ¿La conoce de algo?
- Acabamos de tomarnos unas copas en 'Chachis', el garito de mi barrio.
- ¿Y ella está de acuerdo? No vaya a ser que sea usted un cerdo.
- Yo creo que sí señora Calvo. Me ha metido la lengua hasta el duodeno y ahora mismo me lleva a rastras al coche mientras hablamos.
- Pásemela.
- ¿Diga?
- Hola hija, ¿estás segura de que quieres copular con ese señor?
- Síiiiii.
- Recuerda que, en cualquier momento, Sí es No, No es Sí, No es No y Sí es Sí.
- No, si ya.
- ¿Es un no?
- Sí, digo no. Espere que le pongo a éste que me tengo que quitar el sujetador.
- No tiene consentimiento, so guarro. Tengo localizado su teléfono y el de su víctima, métanse su lujuria y usted una ducha de agua fría.
- Pero señora Calvo, ¡si no me suelta!
La vicepresidenta, según fuentes de su entorno, está muy contenta con las pruebas piloto, y no descarta habilitar pequeñas salas en pabellones públicos para perfeccionar el sistema y no dedicarle ella misma todo el tiempo al control. "Si logramos que la gente se pase por allí cuando le dé un apretón, lo controlaremos todo mejor y podremos tener cuadrillas de empleados y empleadas vigilando cada coito para constatar que hay consentimiento en todo momento", explican. "Y de paso creamos trabajo público", concluyen.