Dolors Montserrat, una defensora de la unidad de España sin pelos en la lengua
La nueva portavoz del PP de Casado lo fue también de Cospedal en las primarias. Tenaz y trabajadora, tiene ante sí la tarea de cohesionar a su grupo, entenderse con C's y cercar al Gobierno.
En el laberinto por el que se mueve la política española, Dolors Montserrat sobresale como portavoz del Grupo Popular y deberá soportar el diseño de misiones vitales para la nueva etapa del PP. La designación va más allá del pago de la deuda contraída por Pablo Casado con María Dolores de Cospedal a cambio de su respaldo durante la segunda vuelta de las primarias.
Ese entendimiento entre Casado y Cospedal no es impedimento para reconocer que el nuevo líder ha demostrado habilidad al dejar la bancada del Congreso en manos de Montserrat.
La nueva portavoz, ex ministra de Sanidad y una de las principales dirigentes del Partido Popular de Cataluña, está considerada en el partido como "una de las nuestras". Es política bregada en la vida parlamentaria, después de ser elegida en cuatro elecciones consecutivas diputada por Barcelona, ocupando incluso la vicepresidencia tercera de la Mesa del Congreso.
Quienes bien la conocen definen a Montserrat como una mujer muy trabajadora, sencilla, dialogante, buena amiga de sus amigos y que concede a su familia una enorme importancia. Un buen número de antiguos diputados que han compartido horas con ella en el Congreso destacan, además de su lealtad, su gran espíritu luchador: “Lo lucha todo, y no descansa hasta que consigue lo que quiere”. Y es una experimentada negociadora que formó parte del equipo que selló el acuerdo de investidura del PP con Cs.
Alianza
Si bien la tensión política entre las dos formaciones se disparó a raíz de que Albert Rivera propiciase la moción de censura de Pedro Sánchez dando públicamente por liquidado a Mariano Rajoy, Pablo Casado ha considerado que Dolors Montserrat es la persona idónea para que ambas formaciones creen una suerte de "pinza" que ponga en continuos aprietos al Gobierno.
Con un presidente apuntalado sólo por 84 diputados, el control de la Cámara Baja es imprescindible, y la nueva portavoz deberá preparar a sus diputados en el nuevo ejercicio de oposición.
Con todo, el nombre de la flamante portavoz del Grupo Popular también ha sonado insistentemente como sucesora al frente del PPC, pues Xabier García Albiol desea preparar un nuevo asalto a la alcaldía de Badalona. Lo tendrá más complicado ahora. Aunque nada es descartable. Desde luego.
Sea como fuere, el nuevo presidente de los populares catalanes deberá ser elegido en un proceso de primarias. Y las opciones del tarraconense Alejandro Fernández, uno de los muñidores del triunfo de Pablo Casado en Cataluña en la carrera interna, se ha disparado nada más conocerse la designación de Montserrat para la absorbente tarea de portavoz.
¿Guerra fría?
La contribución de Dolors Montserrat a la consolidación de Pablo Casado como líder pasa ahora mismo primordialmente por lograr que el grupo parlamentario funcione sin fisuras, a pesar de los insólitos intentos desplegados por la derrotada Soraya Sáenz de Santamaría –siguiendo la batuta de Javier Arenas, según diversas fuentes– de capitanear una desleal “corriente interna” en su partido. El tiempo dirá si está declarada tácitamente la guerra fría. Porque, si así fuera, la tarea de Montserrat aún cobraría mayor trascendencia.