Santi Potros, el carnicero de ETA que sale de la cárcel orgulloso de su vida
40 víctimas mortales, 3.000 años de condenas acumuladas y ya está en la calle. El etarra de Hipercor y la República Dominicana sale de prisión con las mismas ganas de matar.
Se llam Santiago Arróspide Sarasola, más conocido como Santi Potros. No reconoce el fin de la organización terrorista y aboga por volver a la violencia. El histórico dirigente de ETA, de 70 años, ha abandonado este domingo la cárcel tras haber pasado los últimos 30 de su vida entre rejas.
Desde la delegación del Gobierno en el País Vasco ya han advertido: tomarán medidas judiciales en el caso de que se le celebre un homenaje a Santi Potros la localidad guipuzcoana de Lasarte, la que le vio nacer en febrero de 1948, como ya ha ocurrido en casi un centenar de casos parecidos, según denuncian las asociaciones de víctimas. Porque este terrorista es un gudari [soldado] a ojos de ciertos sectores radicales.
Se ha ganado a pulso la condición de duro, aunque al salir de presidio ha preferido guardar silencio. Era el jefe del aparato militar cuando ETA perpetró la masacre de Hipercor, en el que fueron asesinadas 21 personas. También cuando se cometió el atentado de República Dominicana, con 12 guardias civiles muertos.
Desde los 20 años
Pocos han vaciado tanto su existencia en las siglas de ETA como este terrorista. Apenas tenía 20 años cuando se le detuvo por primera vez, en un caso relacionado con el reparto de propaganda ilegal. Pero enseguida engrosó en los comandos terroristas y se marchó a Francia, donde consiguió el estatus de refugiado.
Su crueldad y su sangre fría para imaginar atentados de gran calibre fueron sus credenciales para escalar puestos en el organigrama de ETA hasta alcanzar la dirección de su aparato político. De él dependían todos los comandos terroristas. Finalmente fue detenido en 1987 en la localidad francesa de Langlet.
Debía abandonar la cárcel en el año 2030, donde cumplía condenas que juntas sumaban 3.000 años de cautiverio, si bien la derogación de la Doctrina Parot redujo la pena hasta 2025. Sus trabajos en prisión le han redimido la condena hasta este 5 de agosto de 2018.
Violento hasta el final
30 años en la cárcel en la que no ha comedido su discurso. Al contrario. Ahora apenas asume los mandatos de una dirección que considera demasiado blanda. Cree que el anuncio del llamado "cese definitivo de la actividad armada" de ETA de 2011 fue un error.
Por no hablar de la escenificación de su disolución del pasado mes de mayo. Santi Potros no cree que ese sea el camino para alcanzar sus fines. Aboga por seguir atentando y matando. Otro de los tantos terroristas que sin arrepentimiento y riéndose de las víctimas, será ahora un ciudadano más.