Podemos huele sangre con Sánchez : Pablo Iglesias ha vuelto
Podemos usará con el presidente un puño de hierro en guante de seda: no le interesa que le vaya mal, pero tampoco demasiado bien. Y tiene una hoja de ruta para lograrlo que ya ha empezado.
No es casualidad que Podemos haya elegido un tema para volver de las vacaciones de esos que tocan la fibre sensible a la opinión pública y, a la vez, dañan la moral del Gobierno y de su presidente, ya más tocada que la guitarra de Keith Richards: la difusión íntegra de la lista de amnistiados fiscales de Cristóbal Montoro que Pedro Sánchez se niega ahora a hacer pública tras anunciar en incontables ocasiones que iba a hacerlo si algún dia llegara a La Moncloa.
Parecía un tema superado, no sin polémica, pero ha rebrotado como los melocotones en septiembre con una Proposición No de Ley del partido de Iglesias que Sánchez no se esperaba y le ha dolido especialmente. Porque haga lo que haga ahora, o parecerá que tapa lo que antes quería destapar o, si no es así, el tanto se lo anotará el partido morado.
Largas 'vacaciones'
La iniciativa no es casual y responde a una estrategia perfectamente definida, según le cuentan a este Topo fuentes muy al corriente de todo lo que se cuece en Podemos. Desaparecida la pareja real durante meses por la paternidad, el verano y la mudanza a la Sierra; ha llegado el momento de romper ese sopor y de marcar territorio propio.
Y para ello están dos cosas muy claras: la primera, volver a sacar a Iglesias hasta en la sopa, así que será muy frecuente volver a verle en los platós de televisión donde un día hizo fama para instalarse en ella. Y la segunda, marcar distancias con Sánchez sin romper la cuerda; simular concordia y, al mismo tiempo, controlar que los beneficios de esa estabilidad no alimenten a un rival cuyo éxito siempre irá en detrimento de los resultados de Podemos.
La hoja de ruta
La lista de amnistiados es la guinda de un pastel podemita que incluirá -ya incluye- varias propuestas más destinadas a demostrar que se es más de izquierdas que Sánchez: elevar el Salario Mínimo Interprofesional, subir el techo de gasto en los ayuntamientos o recuperar una especie de renta básica universal tolerable están en esa hoja de ruta.
En la que también se guarda Podemos otra baza: Cataluña. Le cuentan a este Topo que, en las próximas semanas, la apuesta por el referéndum pactado volverá a ocupar el eje del discurso territorial de Podemos, aun a sabiendas de que esa posibilidad no existe sin una reforma constitucional previa que, no nos engañemos, se antoja inviable. Pero les da igual: el titular queda hecho y tiene por objeto estrangular también -un poco- a Sánchez en este espinoso tema.