Los plagios y falsedades de Sánchez, un escándalo mayúsculo e imparable
Por mucho que Pedro Sánchez y su maquinaria gubernamental hayan intentado detener a cualquier precio la polémica por el supuesto plagio parcial de la tesis que le habilitó como doctor, ésta crece a diario y suma nuevas evidencias que hace irrefutables dos conclusiones: la primera, que efectivamente copió trabajos ajenos para lograr un beneficio personal; y la segunda, que además ha mentido en sede parlamentaria y en público para intentar maquillar los hechos o presentarlos como un ataque espurio de sus rivales políticos.
Que la empresa propietaria del software para detectar plagios haya desmentido oficialmente y por escrito el informe presentado por Moncloa para desmentir el plagio, es gravísimo; y que haya elevado a al menos el 21% el porcentaje copiado, un escándalo.
El caso de Sánchez no es sólo ya el del plagio, irrefutable, sino el de la falsedad y la manipulación ante la opinión pública
Por si fuera poco, uno de los medios de comunicación que más se ha consagrado a defender en esto al presidente, El País, publica hoy una información que añade otro episodio lamentable a esta historia: el libro basado en la tesis que Sánchez publicó en coautoría con quien probablemente le ayudó con su tesis doctoral, quizá para premiarle, también está repleto de burdos plagios, incluyendo el discurso de un diplomático al que no se cita y del que se copiaron hasta sus erratas.
En resumen, no es discutible ya que el actual presidente hizo un trabajo doctoral con material de otros que hizo pasar por suyo; obtuvo una titulación con un tribunal repleto de amigos; publicó un ensayo que no era más que un refrito del plagio previo y, cuando se ha sabido todo, ha cargado contra los medios denunciantes, mentido a la opinión pública y tratado de esconder los hechos con una insólita manipulación de toda la secuencia desmentida por quienes debían haberla avalado.
Hasta los medios que le protegían se rinden ya a las evidencias de sus plagios y las mentiras que los envuelven
Que todo esto lo haya hecho un político que sustentó en la "ejemplaridad" el acceso a La Moncloa por la puerta de atrás, con unos socios reprobables y sin el apoyo de los ciudadanos en las urnas, hace más imperdonable la historia y más perentoria la reacción.
Inadmisible
No sólo no es un asunto cerrado, sino que está más abierto que nunca y amplía su naturaleza: hablamos de un plagio doble, sí; pero también de la mentira. La reprobación parlamentaria de Sánchez parece inevitable, pero también insuficiente. Un presidente que no ganó las Elecciones, se niega a convocarlas, pacta con los independentistas y además copia y falsea la verdad es, simplemente, inadmisible en un país como España.