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Superdomingo

El 26 de mayo puede ser el día elegido por Sánchez, finalmente, para un día histórico en las urnas: elegir a la vez, alcalde, presidentes autonómicos y al inquilino de La Moncloa.

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Mariano Rajoy se lo planteó, según fuentes solventes del PP. El ex presidente llegó a tratar con su círculo sobre el 26 de mayo de 2019 como fecha de convocatoria conjunta de elecciones municipales, autonómicas, europeas y generales.

Por entonces, una moción de censura estaba fuera de la imaginación política, incluida la de Pedro Sánchez. Afianzado tras los resultados económicos, Rajoy estaba a punto de lograra “vender” la confianza atesorada también con los Presupuestos, que iban a aprobarse gracias a los votos de hasta siete fuerzas, con Ciudadanos y PNV como grandes protagonistas.

En particular, los nacionalistas vascos, los últimos en completar los apoyos necesarios que abrían a Rajoy las puertas a cortar la legislatura cuando mejor le viniese.

Así que, y aunque ha llovido mucho desde ese inesperado “alineamiento de los planetas” con el que un cercano a Sánchez define arrebatarle con una moción de censura el poder a Rajoy, hay que recordar que el “superdomingo” ya revoloteó por La Moncloa.

Mayo es una opción “muy posible”,  me reconoce un ministro. Por más que a los barones del PSOE les horrorice jugarse su futuro al lado de Sánchez.

De hecho, en un momento dado, los cálculos de Génova parecían favorecer una convocatoria, sin precedentes, de todas las urnas juntas. Hasta que los estudios en manos de quien fuera coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, alertaron de que una coincidencia de las generales con el resto de elecciones sólo beneficiaba a Albert Rivera.

Calibraron que el tirón del líder naranja, en caso de coincidir con las legislativas, arrastraría hacia C's a votantes de otras opciones políticas. Sobre todo, de cara a la elección de alcalde, el voto más cercano. Esa duda fue suficiente para que se descartase la idea.

El recuerdo andaluz

En este momento, Pedro Sánchez parece abocado a un adelanto electoral, negado hasta el extremo. Él mismo traslada su intención de estirar el mandato, pero lo hace, a decir de sus próximos, “sin ninguna convicción”. En la mente de ilustres monclovitas, una vez desaconsejada la propuesta inicial de marzo tras la debacle del 2-D en Andalucía, ahora planea abiertamente la de mayo.

Es una opción “muy posible”, me reconoce un ministro. Por más que a los barones del PSOE les horrorice jugarse su futuro al lado de Sánchez. Cierto. Las elecciones generales, hoy por hoy, están más cerca. Porque, con las cosas políticas como están, el otoño de 2019 queda demasiado lejos.

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