Sánchez quema sus naves
El presidente tiene un "plan oculto", de profundo calado, para "solucionar" el probema de Cataluña. Pero necesita primera la sentencia del procés. Éstas son las claves.
"El presidente tiene la solución para Cataluña". La frase, textual, sale de los interiores de La Moncloa. Esa resulta ser la clave del arco de la legislatura: Pedro Sánchez necesita de los independentistas para "aguantar" en el poder contra viento y marea, porque le va la vida política en el intento.
Él ya tiene la mirada puesta en el inminente juicio contra los líderes del procés y pretende esperar a la sentencia, que podría llegar en verano, para ofrecer un plan político a los secesionistas. Una iniciativa que se desea pueda convertirse en la pirueta con la que, fuera de focos, Sánchez trate ahora de convencer a sus socios de que apoyen los Presupuestos para tratar de ir tirando vivo.
El presidente del Gobierno ha demostrado ser imprevisible, y con sus futuros pasos puede suscitar nuevas incertidumbres aún más inquietantes. Y es que desconocemos cuál es el contenido de la propuesta, a todas luces de profundo calado, con la que pretende sustentar el mandato más débil de la democracia, sin consistencia parlamentaria alguna, y el andamiaje político que montó hace seis meses alrededor de la moción de censura.
Vender que así se favorece la convivencia en Cataluña es una falsedad, o una prueba de ignorancia de quien es presidente de España
Llama particularmente la atención que el presidente sea casi el único que confía en sacar adelante un proyecto de cuentas públicas para 2019. En su propio entorno, las apuestas están disparadas en contra. Aunque reconozcan haber recibido la orden de "ir a por todas" a partir del mes de enero.
La falsedad
Pero, ¿a qué precio? Tal es, en definitiva, la madre del cordero. En lo inmediato, en su desembarco en Barcelona el Gobierno se ha plegado a la exigencia de la Generalitat con tal de conseguir una foto de Pedro Sánchez y Quim Torra, con encuentros paralelos de ministros y consellers, en el Palacio de Pedralbes.
En las horas previas, los tiras y aflojas han resultado aún mayores por la votación de la nueva senda de déficit en el Congreso de los Diputados, que los independentistas parecieron inclinados a apoyar. Vender que así se favorece la convivencia en Cataluña es una falsedad, o una prueba de ignorancia de quien es presidente del Gobierno de España. Parece que Sánchez está dispuesto a quemar las naves... Aunque se quede sin modo de volver.