Amarrados a Sánchez
El líder socialista ha logrado la unidad electoral a regañadientes y por necesidad: una unidad ficticia y coyuntural que destroza campañas personales y confía todo al futuro de Sánchez.
Si los candidatos autonómicos y municipales del PSOE andaban preocupados por cómo podía afectarles la gestión de Pedro Sánchez el 26 de mayo, el líder socialista ha hecho imposible que puedan apostar, como muchos pretendían, por campañas personales y mensajes propios para intentar contrarrestar el lastre del Gobierno.
Quienes se juegan su futuro político, algunos con mando en plaza en la actualidad, no podrán enfrentarse a las urnas a su manera, haciendo valer su particular balance en sus regiones o alcaldías, donde la presencia del propio Sánchez o de los ministros en sus actos estaba lejos de ser algo prioritario.
En ciertas federaciones decían que a Pedro Sánchez le sucedía como a José Luis Rodríguez Zapatero en su final, que en vez de sumar, restaba. De hecho, candidatos tienen en sus manos encuestas donde su grado de valoración es más alto que el de unas siglas hoy devaluadas.
La pretensión de ir por libre ha tropezado con la decisión de Sánchez de anticipar las generales a su propio examen electoral sin apenas solución de continuidad
La pretensión de ir por libre ha tropezado con la decisión de Sánchez de anticipar las generales a su propio examen electoral sin apenas solución de continuidad, asegurándose así el jefe del Ejecutivo la unidad de acción del partido en su carrera, insistentemente presidencialista.
Ahora los barones son conscientes de que poco pueden hacer, confundiéndose la campaña de Sánchez con su propia pre-campaña. La única solución en la que todos coinciden es trabajar unidos, incluso a regañadientes.
"Toca alinearse"
Basta ver la impostada foto de Pedro Sánchez y Susana Díaz este sábado en Sevilla. La consigna es “toca a todos alinearse”. Mientras, las listas electorales del PSOE van a ser aprobadas con rapidez, en principio el 17 de marzo. “Serán la voluntad de Pedro”, avisan desde su entorno mirando las federaciones más díscolas, las que hasta hace días reclamaban a Ferraz autonomía para hacer a su antojo. Con el 28-A en rojo en el calendario se hace ya imposible tal pretensión.