Las razones del turismo guerracivilista y funerario de Sánchez y Torra
La repentina "pasión funeraria" de Sánchez por los muertos ilustres de la República tiene explicación y antecedentes históricos, que repasamos en este espacio con memoria.
Se acercan las elecciones y en lugar de respetar y celebrar la España nacida de la Constitución de 1978, algunos de nuestros/suyos líderes se embarcan en un tenebroso turismo funerario y guerracivilista. Hace unos días veíamos al xenófobo Quim Torra visitando, acompañado del revivido exlendakari Ibarreche, el paso por el que el 6 de febrero de 1939, huyeron Luis Companys y Jose Antonio Aguirre (el exlendakari asumió el riesgo de dejar París para cumplir su promesa a Lluís Companys de acompañarle en su salida de España/Cataluña).
Paso en el que en 2009 se colocó una placa recordando esta ¿efeméride? de huida. Ibarreche, emocionado por el recuerdo histórico, ha manifestado que "el pueblo vasco llora con el catalán", al que ha deseado "buena suerte". Dentro de esta explosión de turismo funerario, Sánchez ha viajado a las tumbas de Antonio Machado y Manuel Azaña; en el Airbús del ejército del aire que permitía llevar cómodamente al grupo de voceros que le acompañaban. Por dinero que no sea.
El guerracivilismo
El presidente "casi" en funciones, con los restos de Franco agarrados al Valle de los Caídos, insiste en su política de seguir utilizando el guerracivilismo funerario para tensionar la calle y alimentar a sus seguidores; acusando a Rivera y Casado poco menos que de complicidad con la muerte del poeta sevillano; al que, en otro de sus lapsus, le presentaba como nacido en Soria. En ese mismo 6 de febrero del 39, el Presidente Manuel Azaña también cruzaba la frontera con Francia para no volver; presentando su renuncia al cargo, seis días más tarde.
Viendo que el difunto Francisco Franco se resiste a abandonar el Valle de los Caídos; avergonzando al Sánchez que inició su mandato con el anuncio de que no pasaría allí las vacaciones de verano y ya ha celebrado las Navidades y todo apunta que tampoco saldrá esta Semana Santa, ha decidido mantener la tensión guerracivilista de la Desmemoria Histórica; aprovechando el 80 aniversario de la muerte del poeta Machado.
Efectivamente nuestro presidente Falconetti ha ido a rendir homenaje a las tumbas de Antonio Machado y Manuel Azaña; muertos en el exilio. Machado murió el 22 de febrero del 39, de pulmonía en Colliure, cerca de la frontera; un mes después de su llegada y dos días antes que su madre. Ha empezado por la ofrenda a Manuel Azaña.
La tumba de Azaña
Azaña falleció el 3 de noviembre del año siguiente, en Montauban, (Zona de Vichy) por la complicación de una antigua afección cardíaca. Sobrevivió 18 días a Companys, fusilado en Montjuich el 15 de octubre anterior. Es evidente que la visita a la tumba de Azaña es un yaqué, pues no coincide ninguna fecha.
También rinde homenaje a los republicanos exiliados, visitando el campo en que fueron concentrados y mal alimentados. No olvidemos como en su visita a Méjico hizo otro tanto pero olvidando interesarse por el tesoro del VITA. Partidismo a tope y campaña que le han empañado unos 200 independentistas, al hacerle un escrache durante su ofrenda a Antonio Machado.
Hace unos días veíamos al xenófobo Torra visitando, acompañado de Ibarreche, el paso por el que el 6 de febrero de 1939, huyeron Luis Companys y Aguirre
Entre mentiras y medias verdades sobre el asunto, el Gobierno no va a parar. Sánchez se propone ensanchar la brecha que abrió Zapatero, crispando, resucitando «las dos España» y haciendo política de aquel espanto.
Volviendo, en fin al 36, donde parece que se encuentra mucho más a gusto que en el 78, cuyo espíritu reconciliador abrazaron la inmensa mayoría de los españoles. Así un viaje "casi privado" con ausencia por tanto de autoridades francesas y nada institucional, pues no había representación de otras autoridades del Estado como la presidenta de las Cortes o dirigentes de otros partidos, lo ha utilizado para darse visibilidad y seguir con su campaña electoral.
Con dinero público
Eso sí, aprovechando los medios del estado y su posición en Moncloa; pagado con el dinero de todos los españoles y utilizado, otro yaqué, para atizarle al contrario que no se pliega a sus deseos.
En febrero de 1939, se había acordado que los cuatro presidentes partieran al mismo tiempo, pero finalmente Azaña y Negrín se adelantaron. Horas después les siguió una comitiva formada por Companys, Aguirre, altos cargos de la Generalitat y del Gobierno Vasco.
En el Km 8 de Agullana hacia La Bajol se desviaron, escoltados por el comandante Escofet y sus hombres, por un camino de cabras ascendiendo el collado de Lli y luego descendieron hacia Les Illes. Negrín fue el único que regresó a la zona republicana, para seguir la lucha y organizar la evacuación para lo que reunió un gran tesoro que se envió en el VITA, en marzo, con el fin de pagar barcos para trasladar refugiados a Méjico; pero Indalecio Prieto se incautó del VITA y manejó los fondos para ayudar mediante el JARE, Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles. Nunca se supo el valor de lo transportado ni como se gastó.
Curiosa es la manía de los independentistas catalanes de celebrar sus derrotas; bien es cierto que tienen pocas victorias que celebrar. Esperemos que sigan así.
Antonio Aguirre
Se repetía, en febrero del 39, la actuación insolidaria de vascos y catalanes con respecto a la República. Cuando a finales de agosto de 1938, las tropas franquistas ocuparon todo el País Vasco, los gudaris vascos se rindieron en lugar de seguir la lucha desde Santander.
Perdida su autonomía, declinaron seguir luchando por la República. En febrero del 39, los soldados catalanes, tampoco intentaron pasar a la zona republicana (centro /Valencia) para seguir luchando por la República.